Somos Pueblo. – El Parlamento húngaro aprobó el pasado martes una controvertida enmienda a la ley de reunión, que esencialmente prohíbe la celebración del desfile del Orgullo LGTBI en el país. La norma, propuesta por el partido Fidesz del primer ministro Viktor Orbán, cuenta con el respaldo de los diputados de extrema derecha y se justifica bajo el argumento de proteger a los menores de edad. La enmienda fue aprobada con 136 votos a favor y 27 en contra, mientras que 36 diputados no votaron. Esta decisión representa un nuevo giro en la política del gobierno húngaro contra la comunidad LGTBI, que ya ha sido objeto de diversas restricciones en los últimos años.
La nueva legislación, que se basa en lo que se ha denominado «ley de defensa de los menores», establece que se prohíben las reuniones públicas que promuevan o exhiban el cambio de sexo de nacimiento o la homosexualidad. El objetivo declarado de esta ley es asegurar el desarrollo «físico, mental y moral adecuado» de los menores, aunque los críticos la consideran una medida que restringe las libertades civiles y ataca directamente los derechos de las personas LGTBI.
Los organizadores del Desfile del Orgullo en Budapest, que concluye anualmente con una gran marcha en apoyo a la comunidad LGTBI, denunciaron que la ley es un ataque a las libertades fundamentales y una forma de señalar y discriminar a este colectivo. «Esto no es protección de menores, es fascismo», señaló Pride Budapest en un comunicado oficial. Esta nueva restricción se suma a la polémica ley de defensa de los menores, aprobada en 2021, que asocia la homosexualidad con la pederastia, lo que ha sido calificado como homófobo por diversas organizaciones no gubernamentales.
Los organizadores del Pride de Budapest han manifestado su determinación de seguir celebrando el Día del Orgullo, que este año cumple 30 años de existencia en el país, a pesar de las nuevas restricciones. En respuesta a la ley, se prevé que los organizadores continúen con la celebración, desafiando la prohibición y movilizando a la comunidad LGTBI a alzar su voz en defensa de sus derechos. A pesar de las restricciones impuestas por el gobierno de Orbán, el apoyo al Desfile del Orgullo sigue creciendo entre los ciudadanos húngaros. Según encuestas recientes, el apoyo al evento ha aumentado, pasando del 34% en 2019, que se mostraba a favor de prohibirlo, al 27% en la actualidad.
La ley también establece sanciones para aquellos que participen en eventos relacionados con el cambio de sexo o la homosexualidad, aplicando multas y otras medidas punitivas. Además, la ley incluye una enmienda constitucional que podría poner el derecho de los menores a recibir «cuidados necesarios para su adecuado desarrollo» por encima de otros derechos fundamentales, con excepción del derecho a la vida. Esta enmienda se considera un paso más en la política de restricción de derechos que ha caracterizado al gobierno de Orbán en los últimos años.
Hungría ha ido reduciendo progresivamente los derechos de la comunidad LGTBI, como lo demuestra la modificación constitucional de 2011, que definió el matrimonio exclusivamente como la unión entre un hombre y una mujer, y la prohibición de adopciones por parte de parejas del mismo sexo. El gobierno de Orbán también ha sido criticado por su legislación que limita la difusión de contenidos relacionados con la homosexualidad en publicaciones dirigidas a menores, obligando incluso a las librerías a envolver los libros que traten este tema en sobres cerrados.