Portugal ha tomado una medida revolucionaria en su lucha por retener talento joven y atraer trabajadores extranjeros. El gobierno del primer ministro Luís Montenegro ha propuesto una reforma fiscal que elimina los impuestos durante el primer año de ingresos para jóvenes menores de 35 años que ganen hasta $29,300, con un aumento gradual en la carga tributaria durante los siguientes diez años. Este cambio también beneficia a los trabajadores extranjeros, lo que convierte a Portugal en un destino atractivo para el talento internacional.
Este plan surge como respuesta directa a la creciente emigración juvenil que ha afectado al país desde la crisis económica de 2008. Según el Observatorio de Emigración, aproximadamente un 30% de los jóvenes portugueses de entre 15 y 39 años vive en el extranjero, principalmente en busca de mejores oportunidades laborales. La reforma también pretende abordar el hecho de que el salario promedio en Portugal es significativamente más bajo en comparación con otros países europeos, una razón clave detrás de la emigración masiva.
Actualmente, los jóvenes que ganan un salario promedio de $21,000 anuales pagan un 26% de impuestos sobre ingresos superiores a $17,300. Con la nueva propuesta, los primeros $29,300 estarán exentos de impuestos durante el primer año, proporcionando un alivio financiero inmediato para aquellos que están comenzando sus carreras profesionales. Esto también forma parte de una estrategia más amplia para dinamizar la economía y combatir la fuga de cerebros, una tendencia que ha perjudicado el crecimiento del país.
Lecciones de otros países
Portugal no es el primer país en implementar este tipo de medidas. En Francia, se han introducido recortes fiscales similares con resultados mixtos. La idea detrás de estas reformas es reducir la carga fiscal en los jóvenes, incentivando el emprendimiento y la inversión en el país. En algunos casos, han tenido éxito en retener talento, pero la implementación y la efectividad dependen en gran medida de otros factores económicos y laborales. En el caso portugués, el gobierno está apostando a que esta reforma ayude a mantener a sus jóvenes dentro del país mientras atrae nuevos trabajadores extranjeros.
Comparación con la reforma fiscal de República Dominicana
En contraste, la reforma fiscal propuesta en la República Dominicana ha generado críticas masivas debido al aumento de impuestos sobre bienes de consumo esenciales, lo que afecta directamente a la clase media y baja. Mientras que en Portugal el enfoque es aliviar la carga impositiva de los jóvenes y promover el crecimiento económico, en la República Dominicana la reforma ha sido percibida como un esfuerzo por cubrir los déficits presupuestarios a expensas de la población más vulnerable.
A lo largo de las últimas semanas, medios y sectores de la sociedad civil han expresado su rechazo a las medidas propuestas por el gobierno dominicano, señalando que estas no fomentan el crecimiento ni atraen inversión extranjera. La situación contrasta drásticamente con la propuesta portuguesa, que prioriza el futuro económico del país al dar incentivos fiscales a los jóvenes profesionales, promoviendo la innovación y reteniendo talento dentro de sus fronteras.
En conclusión, Portugal está tomando un camino valiente y necesario en su intento por revitalizar su economía a través de una política fiscal que apuesta por su juventud. Sin embargo, el éxito de esta medida dependerá de su implementación y de si se complementa con políticas laborales y económicas que hagan del país un lugar atractivo tanto para los locales como para los extranjeros.