Somos Pueblo– El presidente Luis Abinader inauguró este domingo la nueva planta de tratamiento de aguas residuales del proyecto turístico Cabo Rojo, en Pedernales, infraestructura que permitirá reutilizar el agua tratada en riego, fertilización y otros fines no potables.
La obra tuvo una inversión de 1,304 millones de pesos y forma parte de un sistema hidrosanitario integral que incluye recolección de aguas residuales de hoteles, puerto, aeródromo y otras instalaciones, así como distribución de agua potable y monitoreo continuo de los procesos de tratamiento.
Según Alejandro González, director técnico del proyecto y representante de la empresa ASCH, la planta utiliza un sistema de lodos activados en aireación extendida, que emplea bacterias en tanques para eliminar contaminantes. El agua tratada podrá utilizarse para:
Riego de jardines, áreas verdes y campos de golf.
Reducción del consumo de agua potable para usos no esenciales.
Producción de lodos reutilizables como fertilizante agrícola o composta.
González señaló que la planta permite convertir los residuos en recursos útiles y reducir la huella ambiental de la zona.
El acto inaugural contó con la presencia de autoridades locales y nacionales, entre ellas la gobernadora de Pedernales, Edirda D’Oleo; el viceministro de Turismo y director ejecutivo del Proyecto de Desarrollo Turístico de Pedernales, Carlos Peguero; el senador Secundino Velázquez Pimentel; el alcalde Alfredo Francés Ortiz; y representantes de la empresa ASCH y del sector turístico y empresarial.
Sigmund Freund Mena, director ejecutivo del Fideicomiso Pro-Pedernales, destacó que la planta ocupa solo 1.9 hectáreas, frente a las 15 previstas inicialmente, reduciendo el impacto ambiental en una zona sensible. Además, señaló que se trata de la primera planta en el país inaugurada antes de la apertura de los hoteles del proyecto, con capacidad de procesar 164,000 litros por segundo y un sistema de automatización que disminuye hasta un 40 % el consumo eléctrico respecto a instalaciones similares.
Se espera que la operación de la planta contribuya a:
Evitar la contaminación del suelo y las aguas costeras.
Garantizar un suministro sostenible de agua en la zona turística.
Reducir la huella de carbono mediante la reutilización de residuos.
Establecer un modelo de gestión hídrica replicable en otros polos turísticos del país.
Freund Mena afirmó que Cabo Rojo busca consolidarse como un referente nacional en la combinación de turismo, sostenibilidad y manejo responsable de recursos.