- Prohibe las denuncias anónimas.
- Prohibe la publicidad de las objeciones.
- Ordena que se decidan antes de las vistas públicas.
- Dispone su confidencialidad.
- No deben ser publicadas.
Y este acto agresivo y deleznable lo cometió ante todos sus compañeros, y ante el país, precisamente a tres días de que se celebre el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. Ya lo verán ustedes hablando de cómo defiende la dignidad de las mujeres, luego de cometer el más indigno de los actos contra una ciudadana, en este caso, una mujer servidora pública.
Al ser humano se le conoce por sus actos. Alguna gente no llegaba a describir bien todavía las simulaciones y comportamientos del señor Jean Alain Rodríguez, pero le daban el beneficio de la duda. No parecía un político tradicional, haciendo campaña en beneficio de su propio partido y de sus intereses. Ahora, conociendo la mendacidad y bajeza de su agresión contra Miriam Germán Brito, será posible medirlo en su real dimensión, y como muy bien dijo la doctora Germán Brito: “Si esto fuera de doble vía, hablaríamos de usted”. Y ahí si que hay mucho que escarbar y mostrar, sin posibilidad de explicación.