París. Jean-Marie Le Pen, una figura emblemática y polarizadora de la política francesa, falleció a los 96 años. Fundador del partido ultraderechista Frente Nacional, Le Pen marcó décadas de historia política con su retórica incendiaria contra la inmigración y el multiculturalismo, ganándose tanto fervientes seguidores como una condena generalizada.
Le Pen será recordado por su estilo controvertido, que incluyó negaciones del Holocausto y propuestas como aislar a personas con sida en instalaciones especiales. Estas declaraciones le valieron múltiples condenas judiciales y tensaron sus relaciones políticas, incluso dentro de su propio partido, del que fue expulsado por su hija, Marine Le Pen, en 2015.
Marine transformó el Frente Nacional en la Agrupación Nacional, alejándose de la imagen extremista de su padre. Sin embargo, la muerte de Le Pen llega en un momento delicado para ella, quien enfrenta un juicio por malversación que podría afectar su carrera política.
El actual líder de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella, destacó el papel de Le Pen en la política francesa, describiéndolo como un “tribuno del pueblo” que “siempre sirvió a Francia”.
Le Pen deja un legado divisivo, simbolizando las tensiones sobre identidad, inmigración y nacionalismo que moldearon la política francesa moderna.