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miércoles, enero 22, 2025

Junior Noboa dice que entrenadores inyectan cloro a niños para mejorar su rendimiento en el béisbol

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La trágica muerte de Ismael Ureña Pérez, un joven de 14 años que habría consumido esteroides de uso veterinario, ha puesto nuevamente en evidencia una problemática que afecta a muchos deportistas en el país: el uso de sustancias no aptas para el ser humano. A lo largo de los años, han salido a la luz casos aislados de medicamentos y prácticas peligrosas en el ámbito deportivo.

Uno de los casos más alarmantes fue señalado por el Comisionado Nacional de Béisbol, Junior Noboa, quien reveló en una entrevista reciente que algunos entrenadores en República Dominicana utilizan cloro para «limpiar» a los jóvenes aspirantes a las Grandes Ligas, con el fin de mejorar su rendimiento en los entrenamientos. Según Noboa, los entrenadores sugieren a los padres que administren estas sustancias a sus hijos, incluso asegurando que se les inyecta cloro en el suero. “Es increíble cómo algunos jóvenes sobreviven a esta práctica”, comentó el experto, destacando que algunos incluso han llegado a desmayarse después de recibir el suero.

Noboa hizo un llamado urgente a los padres para que se informen sobre los tratamientos que sus hijos reciben durante sus entrenamientos, ya que muchas de estas sustancias pueden ser extremadamente peligrosas e incluso mortales. Es esencial que los padres no autoricen prácticas que pongan en riesgo la salud de los menores.

En cuanto a las academias de béisbol en el país, Noboa también destacó la falta de control gubernamental sobre estas instituciones. Afirmó que desde hace años no existe una regulación formal para las academias deportivas, pero que el gobierno está tomando medidas para cambiar esto. Recientemente, se creó una nueva dirección para supervisar y certificar las academias, con el objetivo de ofrecer más apoyo a los entrenadores y garantizar que se sigan prácticas saludables y seguras.

El uso de esteroides en el béisbol no es algo nuevo, y Noboa recordó que en décadas pasadas, especialmente en los años 80 y 90, el consumo de estas sustancias era bastante común y no estaba tan regulado como ahora. Aunque en ese entonces no se consideraban ilegales, sus efectos en los jóvenes eran evidentes. «Se podía ver cómo su físico cambiaba, desarrollaban una fuerza y velocidad que no tenían antes, y eso generaba sospechas», explicó.

Finalmente, Noboa lamentó los efectos dañinos que estos productos han tenido en muchos jóvenes deportistas, algunos de los cuales han sufrido lesiones graves, como la pérdida de una pierna o problemas irreversibles en los brazos, lo que los ha apartado de sus sueños deportivos.

Estas declaraciones fueron realizadas en el programa El Día.

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