El rapero Kendrick Lamar protagonizó este domingo un controvertido espectáculo de medio tiempo en el Super Bowl LIX, donde interpretó varias de sus diss tracks, conocidas por sus ataques hacia otros artistas, centrando sus acusaciones en Drake, a quien señaló como pederasta, manipulador y mentiroso.
El show comenzó con Samuel L. Jackson, caracterizado como el patriótico ‘Uncle Sam’, presentando a Lamar, quien apareció en el escenario acompañado por un cuerpo de baile vestido en los colores rojo, azul y blanco. La tenista Serena Williams, vestida de azul, se unió al espectáculo en un escenario que emulaba un entorno urbano con coches y farolas.
Entre los temas interpretados por Lamar destacó Not Like Us, donde repite acusaciones sin fundamento probadas sobre la supuesta existencia de una hija secreta de Drake y su negativa a reconocerla. Como guiño a esta canción, Lamar portó una «A» de diamantes, haciendo referencia al juego de palabras entre la nota «A minor» y el término «menor» en inglés.
Aunque evitó cantar Meet the Grahams, en la que critica duramente a la familia de Drake, sí interpretó Euphoria, un tema en el que describe al rapero canadiense como un «maestro manipulador y mentiroso».
Drake respondió rápidamente con su propia canción, The Heart Part 6, rechazando las acusaciones y manteniendo su postura como uno de los rivales más duros del género.
El show también incluyó a la cantante SZA como invitada especial y al DJ Mustard, mientras Lamar ofreció un recorrido por éxitos como Be Humble, DNA y All the Stars.
Con este espectáculo, Lamar refuerza su presencia en la escena musical, apenas una semana después de ganar cinco premios Grammy y consolidándose como uno de los artistas más influyentes del hip-hop.
