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miércoles, enero 29, 2025

Líder haitiano califica las políticas de Donald Trump como «catastróficas»

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La comunidad haitiana en Springfield, Ohio, enfrenta incertidumbre y miedo bajo las políticas migratorias de Trump

EE.UU. En Springfield, Ohio, la comunidad haitiana se encuentra sumida en el miedo y la incertidumbre ante las estrictas medidas migratorias implementadas por el gobierno de Donald Trump. Durante el servicio dominical en la Primera Iglesia Evangélica Haitiana de Springfield, el pastor Reginald Silencieux pidió a los miembros de la congregación que se unieran a él en oración. Entre las preocupaciones más grandes estaba la posibilidad de que el presidente Trump permitiera que el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) que protege a miles de haitianos en EE.UU. expirara.

El reverendo Silencieux, quien ha sido un pilar de apoyo para la comunidad, expresó: “Le pedí a Dios que proteja a mi gente. Oré por la comunidad haitiana y por Estados Unidos, porque Trump es nuestro presidente. Como iglesia, tenemos la obligación de orar por él, porque es nuestro líder político en este momento”. En un ambiente de creciente temor por las posibles redadas de agentes federales, muchos feligreses asistieron a la iglesia en busca de consuelo, mientras que otros decidieron quedarse en casa, temerosos de lo que podría suceder con su estatus migratorio.

La ciudad de Springfield, hogar de alrededor de 15,000 haitianos, se ha convertido en un refugio para muchos, que llegaron a EE.UU. tras huir de la violencia y la inestabilidad en Haití. Muchos de ellos viven bajo el TPS, un programa que les permite permanecer legalmente en el país debido a la situación incontrolable en su nación de origen. Sin embargo, el futuro de este programa se ve amenazado por las políticas migratorias del gobierno de Trump, que podrían poner en peligro la permanencia de miles de haitianos.

Viles Dorsainvil, líder del Centro de Ayuda y Apoyo a la Comunidad Haitiana de Springfield, compartió el sentir de muchos en la comunidad: “La comunidad está en pánico. Ven por televisión los arrestos en otras partes del país y no saben qué va a pasar”. Para Dorsainvil, el temor no solo radica en las posibles deportaciones, sino también en la percepción equivocada que se tiene de los inmigrantes haitianos, quienes a menudo son vistos como una carga, cuando en realidad, “son personas trabajadoras que aportan a la economía del país”.

La incertidumbre no solo afecta a los adultos. El miedo a la deportación también ha impactado a los niños de la comunidad, como lo demostró el testimonio de Brutus Joseph, un hombre de 50 años que trabaja en la instalación de paneles solares. Joseph, quien se presentó en la tienda religiosa de Jacob Payne, expresó su desesperación al comentar que su familia no podía dormir debido a la constante preocupación por el futuro incierto. “Si me voy de aquí, no hay futuro para mis hijos. Si me envían de regreso, pueden violar o asesinar a mis hijos, así que tengo todo que perder”, afirmó Joseph, subrayando su angustia por el bienestar de sus hijos, uno de los cuales está por graduarse de la secundaria en Springfield.

En las últimas semanas, la comunidad haitiana en Springfield también ha sido víctima de la retórica antiinmigrante de Trump. El año pasado, el presidente lanzó acusaciones falsas contra los haitianos, llegando a decir que se comían a los perros y gatos de sus vecinos. Estas declaraciones alimentaron un clima de hostilidad hacia los inmigrantes haitianos en la ciudad, que ya experimentaba divisiones raciales y tensiones debido a la composición mayoritariamente blanca y trabajadora de la población local.

Jacob Payne, dueño de Milokan Botanica, una tienda especializada en productos espirituales haitianos, también se mostró preocupado por la situación. Además de vender velas y ungüentos espirituales, Payne asesora a sus clientes sobre trámites migratorios y otras cuestiones legales. Según él, el miedo ha llevado a muchas personas a permanecer en casa, lo que se refleja en una disminución de la actividad comercial en la ciudad. “La gente ahora tiene miedo de ser deportada, y eso ha hecho que muchos dejen de salir”, explicó.

El temor de la comunidad haitiana también está relacionado con la violencia en Haití, un país sumido en el caos debido a las pandillas que controlan muchas áreas y a la creciente inseguridad. Romane Pierre, un inmigrante haitiano que se estableció en Springfield en 2020 bajo el TPS, relató la difícil situación por la que pasó en Haití. “Amo mi país, pero allí no se puede vivir, la situación actual es terrible. Entonces, ¿a dónde regresas?”, reflexionó Pierre, quien también compartió la tragedia de la muerte de su hija en Haití debido a la falta de acceso a atención médica.

A pesar del creciente miedo, algunos miembros de la comunidad mantienen la esperanza de que el gobierno de Trump reconsiderará su postura sobre el TPS. Pierre, por ejemplo, sigue confiando en que el programa será renovado, especialmente dada la situación de violencia en Haití. “Piensen en los haitianos, porque en este momento Haití no es un lugar al que se pueda regresar”, expresó con pesar.

En este contexto de incertidumbre, la comunidad haitiana en Springfield continúa buscando apoyo en las iglesias, en los grupos comunitarios y en los negocios locales, mientras esperan respuestas sobre el futuro de sus vidas en Estados Unidos. La situación refleja un microcosmos de la lucha que miles de inmigrantes enfrentan en todo el país, atrapados entre el temor a la deportación y la esperanza de encontrar un futuro mejor lejos de la violencia que los expulsó de sus países de origen.

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