El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó como una «dictadura» al Gobierno de El Salvador y denunció presuntas violaciones masivas de derechos humanos contra más de 200 migrantes que fueron deportados desde Estados Unidos y actualmente permanecen detenidos en territorio salvadoreño.
Durante una transmisión en la estatal Venezolana de Televisión (VTV), Maduro aseguró que estos migrantes han sido trasladados a «campos de concentración» bajo la administración del presidente Nayib Bukele, y afirmó que se les ha impedido recibir visitas de sus abogados.
«Ya llevan casi tres semanas secuestrados y no se ha permitido siquiera que un sacerdote católico los visite», expresó el mandatario venezolano, agregando que estas acciones constituyen «delitos graves de lesa humanidad» cometidos por el Gobierno salvadoreño.
Las declaraciones de Maduro se producen en un contexto de tensiones políticas en la región, mientras Bukele continúa implementando políticas de seguridad que han generado críticas internacionales por su impacto en los derechos humanos.
