Santo Domingo. La comunicadora Mariasela Álvarez ha demandado al empresario Johnny Arrendel identificar a las personas responsables de la campaña de difamación que la involucra. Álvarez se refirió a las publicaciones que la atacaron a través de redes sociales, calificándolas como una serie de «informaciones falsas» que, según ella, fueron respaldadas por una “oleada de cuentas falsas”. En un mensaje directo en su cuenta de Instagram, Álvarez cuestionó por qué Arrendel no investigó a fondo la veracidad de la información que utilizó para sus acusaciones, dejando en claro su descontento con el tratamiento mediático que el caso ha recibido.
En sus declaraciones, la productora de televisión no solo pidió que Arrendel identificara a los autores de la campaña, sino que también hizo un llamado a la transparencia en los medios que amplificaron estas acusaciones sin verificar los hechos. “Esta campaña fue cuidadosamente planificada por el tsunami de personeros y cuentas falsas que se hicieron eco muy rápidamente”, expresó Álvarez, quien parece haber identificado una red de desinformación orquestada para dañar su reputación y la de otros periodistas dominicanos mencionados en las publicaciones de Arrendel.
Johnny Arrendel, tras la controversia generada por sus publicaciones, admitió este domingo a través de sus redes sociales que la información difundida era falsa y que las acusaciones contra los periodistas fueron erróneas. Sin embargo, al retractarse, Arrendel omitió mencionar a los responsables directos de las informaciones falsas que había compartido, limitándose a señalar a terceros como los causantes del escándalo. Esta actitud fue calificada por Álvarez como «cobarde», ya que, según ella, la retractación no vino acompañada de una verdadera aclaración de los hechos ni de una disculpa explícita a los afectados.
La campaña difamatoria también ha provocado reacciones de solidaridad por parte de otros periodistas y comunicadores. Entre ellos, se destaca la periodista Nuria Piera, quien no dudó en calificar a algunos medios que se prestaron para difundir las falsas informaciones como «cloacas», y lamentó el auge de la desinformación en el panorama mediático local. “La desinformación está alimentada por una máquina de odio y desinformación que solo busca socavar la moral de quienes se dedican a informar con ética”, expresó Piera en un mensaje en sus redes sociales.
En este contexto, la denuncia de Álvarez no solo aborda un agravio personal, sino que también pone de manifiesto la creciente preocupación por la difusión de noticias falsas y el impacto de la desinformación en la vida pública. En un país donde las redes sociales se han convertido en una plataforma clave de información, el desafío de mantener la integridad y la ética periodística nunca ha sido tan crucial.
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