Más de 300 empleados denuncian abuso de poder y atropellos del ministro de Agricultura

SANTO DOMINGO.- Tras haber agotado todos los recursos pertinentes para solventar sus disgustos, una plantilla de inspectores del departamento Cuarentena Vegetal del Ministerio de Agricultura , denunció este lunes supuestos maltratos y explotación laboral por parte del director de esa entidad, Osmar Benítez, alegando franca violación a varias de las leyes que rigen este sector productor de República Dominicana.

Los querellantes, que superan los 300 empleados y prefirieron el anonimato por miedo a perder su puesto laboral, denunciaron al Nuevo Diario que en la gestión del ministro Benítez se incumplen varias de las normativas legales sanitarias existentes en el país, principalmente las que regulan los conceptos de salarios, horarios extraordinarios, viáticos, transporte y gastos de combustible, además de trabajos especiales en puertos, aeropuertos y puntos fronterizos.

¨Cuando una persona amanece en un aeropuerto, trece o catorce horas, eso es un cobro doble, que es lo que nosotros siempre hemos cobrado, por más de cuarenta años¨, dijo uno de los inspectores.

De igual forma, indicó que a pesar presentarle al ministro un sinnúmero de propuestas para solventar el problema, Benítez hace caso omiso de las mismas, alegando que están exigiendo el cumplimiento de ¨decretos trujillistas¨.

¨Algunas son leyes viejas, del año 58, 59 y él (Benítez) no les da mucha importancia, no las quiere cumplir¨, continúa el empleado, poniendo como ejemplo la ley 8, de Agricultura, o la 49-90 sobre Sanidad Vegetal , que es la que los rige a ellos específicamente.

Básicamente, la labor de estos empleados consiste en cerciorarse de que los productos procesados, vegetales y animales de empresas importadoras y exportadoras a nivel na-cional, cumplan con las regulaciones sanitarias establecidas y, de lo contrario, implemen-tar las medidas necesarias, como fumigación, tratamiento u otros paliativos.

¨El ministro lo que dice es que nosotros somos una partí´a de vagos¨, se lamenta el hom-bre, quien asegura que han intentado buscar una solución por todos las vías posibles, como reuniones con la Asociación Nacional de Profesionales Agropecuarios (ANPA) o los viceministros.

Uno de los afectados explica que según la categorización del empleado, así se supone que sean sus remuneraciones. Por ejemplo, un técnico de área en la categoría normal con más de doce años en el cargo, devenga un sueldo fijo de 50 mil pesos mensuales.

Sin embargo, los inspectores de cuarentena vegetal alegan que sus salarios no pueden ser iguales que los de la categoría anterior, puesto que sus servicios son más exigentes, especializados y sacrificados que el de los demás.

Dicen los afectados que mientras un técnico de área labora hasta las 3 o 4 de la tarde, un inspector de cuarentena trabaja jornadas que se extienden hasta por catorce horas, en calendarios que no saben de días festivos, de semana santa o de navidad.

“Él (Benítez) lo que nos ha aplicado a nosotros es un incentivo, un incentivo que en términos contables es una gratificación por un servicio que usted está prestando, y encima nos lo pagan cada un mes, dos meses, cuando él quiera hacerlo¨, expresa uno de los empleado, alegando que esto no cumple con el pago de las horas extra que trabajan.

Por cada inspección extra que realizan, los inspectores de cuarentena están supuestos a cobrar 1,500 pesos, puesto que en algunas de estas operaciones deben dirigirse a los puntos de trabajo en su propio vehículo y en repetidas ocasiones.

¨Estamos gastando combustible que el ministerio no nos repone, tenemos que comer, tenemos que tomar agua; porque uno sale a las 6 de la mañana de su casa y regresa a las 10 de la noche¨, se querella el inspector.

Según los afectados, que en su mayoría llevan décadas trabajando en el Ministerio de Agricultura, la falta de esos recursos les dificulta la realización de las labores propias del sector, que dentro de sus jornadas, también incluyen análisis de muestras de laborato-rios, que son aportados por el sector privado para la realización, eficiencia y calidad de los servicios fitocuarentenarios que la entidad ha venido presentando durante los últimos 40 años.

Los profesionales de la agricultura consideran este tipo de acciones como un desprestigio a su trabajo, una labor, que a su juicio “nunca había sido tan pisoteada” como hasta la gestión de Benítez, lo que aseguran traerá graves consecuencias para el país.

De paralizar sus labores, indican que el Ministerio se arriesga a la entrada de plagas cua-rentenarias que afectarán y provocarán pérdidas de mercados internacionales en los cuales se hayan posicionado los productos locales, a consecuencia de las políticas desacertadas en materia de sanidad vegetal implementadas por el actual ministro , que podrían incidir en la desaparición del citado sistema “que tanto sacrificio ha costado a la nación dominicana”.

“Ahora mismo no nos han pagado ni las horas extras de noviembre y nadie tiene un cen-tavo para trabajar¨, concluyó uno de los afectados.

FUENTE: EL NUEVO DIARIO