Ana Josefa García Cuello, la médico militar acusada de decapitar a su hija de seis años el pasado 15 de agosto, podría ser declarada «inimputable» si se confirma que sufre de esquizofrenia, de acuerdo con los artículos 374, 375 y 376 del Código Procesal Penal.
Estos artículos establecen un procedimiento especial para aquellos acusados que padecen trastornos mentales graves, como la esquizofrenia, que podrían impedirles comprender la naturaleza de sus actos. Sin embargo, dichas normativas también contienen disposiciones que, si no se cumplen, podrían llevar a un juez a rechazar este procedimiento y ordenar que el caso sea juzgado bajo el proceso penal ordinario.
El juez Leomar Cruz Quezada, de la Oficina de Atención Permanente de Santo Domingo Este, ha dispuesto que García Cuello sea sometida a una evaluación médica en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif). Esta decisión se tomó después de que su abogado defensor, Juan Concepción, afirmara que la acusada ha sido diagnosticada con esquizofrenia desde hace once años.
Este caso ha generado gran conmoción debido a la gravedad del crimen y a las posibles implicaciones legales relacionadas con el estado mental de la acusada, lo que podría influir en la decisión final del tribunal sobre su responsabilidad penal.
