Somos Pueblo.– El comunicador y activista social Michael Miguel Holguín calificó como una medida apresurada la decisión del presidente Luis Abinader de prohibir de forma inmediata la actividad minera en la Reserva Antropológica Cuevas de Borbón, también conocida como las Cuevas del Pomier, en San Cristóbal. Holguín cuestionó que dicha resolución se tomara sin antes escuchar a las más de 6,000 familias que, desde hace más de 60 años, dependen de la minería en esa zona y sostienen que tanto las cuevas como la actividad minera pueden coexistir de manera sostenible.
Durante una entrevista en el programa Tiempo de Noticias, Holguín subrayó que, a lo largo de seis décadas, la minería en la región ha demostrado no haber tenido un impacto negativo en el patrimonio histórico natural de las Cuevas del Pomier. Según el activista, la decisión del presidente Abinader carece de la consulta necesaria con las comunidades locales, que consideran que la minería ha sido vital para su sustento económico y no ha dañado el entorno de las cuevas.
Holguín fue enfático en señalar que la politización del tema es uno de los problemas principales que impide encontrar una solución equilibrada. “El problema aquí es la politiquería, seriamente hablando. Creo que la minería y las cuevas pueden convivir, esa gente tiene 60 años viviendo ahí, y ellos te demuestran que a esas cuevas no les ha pasado nada en 60 años”, expresó.
El comunicador sostuvo que, en su opinión, existen dos elementos que deben ser tratados con respeto y consideración: las cuevas, por su valor histórico, y la minería, por su impacto en la calidad de vida de las comunidades que viven de esa actividad. En su intervención, también indicó que, aunque está de acuerdo con la propuesta de convertir las Cuevas del Pomier en la “Capital Prehistórica del Caribe”, esa iniciativa no debe ser vista como incompatible con la minería, siempre que se logre una coexistencia sostenible.
Holguín destacó la importancia de que el gobierno escuche las propuestas de los comunitarios, quienes buscan una solución que permita la explotación minera sin dañar el patrimonio histórico de la zona. En ese sentido, hizo un llamado al diálogo y la negociación, mencionando que muchas veces se toman decisiones sin evaluar adecuadamente todas las perspectivas, lo que puede generar conflictos innecesarios.
“La democracia tiene que ser funcional, ya está bueno de que aparezca un habilidoso que se dice comprometido con una causa justa, pero que en el fondo tiene intereses particulares. Yo creo que la clave aquí es escuchar y permitir que el diálogo fluya”, comentó.