A parte de los 195 millones de dólares que Odebrecht debió pagar por atrasos del primer contrato, a partir de enero la empresa debió pagar US$ 220,000.00 diarios, del segundo contrato. Estos retrasos no debería minimizarlos el Presidente. Aplicándolos a su régimen, equivaldrían a que, en lugar de juramentarse el 16 de agosto del 2012, hubiera iniciado su gobierno en marzo 8, 2014. Insistimos: Danilo no debería considerar el atraso despreciable, porque sólo faltan 1 año 5 meses y 16 días antes de agosto 16, 2020, cuando saldrá del poder, menos tiempo que el atraso acumulado hasta ahora. Danilo no debe enorgullecerse por atrasos de Catalina y por no cobrar las penalizaciones correspondientes.
En febrero 2017, Danilo dijo que Catalina operaría en agosto de ese año generando a 7.5 centavos el Kwh, pero informaron al Senado que sería a 9.8 centavos, sin los 708 millones de sobrecostos. En febrero 2018, hace un año, dijo: “Ojalá que el 27 de febrero, cuando regrese aquí no haya apagones en la República Dominicana”. Fracasó. Los apagones persistirán mientras Danilo gobierne. Anteayer predijo, derrotado, que Catalina operará en mayo 2019.
Siendo adolescente escuché un mítico relato digno de García Márquez. Arismendy “Petán” Trujillo, de la modélica “Voz Dominicana” viajó a Sánchez a inaugurar una planta eléctrica y leyó un discurso, con referencias bíblicas: “El Supremo Creador dijo: ¡Hágase la luz!; y la luz se hizo. Ahora yo, Arismendy Trujillo digo, “¡Hágase la luz!”. Trató de encenderla, pero la planta no arrancó. “Petán” bajó la cabeza. Furioso caminó a marcha forzada hasta su vehículo y, avergonzado, jamás volvió a Sánchez. Sin disminuir pérdidas, el Pacto consagraría que coexistan con Punta Catalina apagones, altas tarifas eléctricas, enormes pérdidas de distribución y subsidio eléctrico inmanejable. ¿Sentenciaría un repudiable neo-trujillista que hace falta, ahora, el rubor del rapaz “Petán” reconociendo, avergonzado, su fracaso eléctrico en Sánchez?