La Romana. Un video que circula en redes sociales ha desatado un intenso debate sobre el uso de la fuerza por parte de la Policía Nacional en la República Dominicana. Las imágenes muestran a un agente de la Policía utilizando una pistola eléctrica, conocida como taser, para someter a una mujer en un establecimiento de comida rápida en el Distrito de Caleta, en La Romana. Este incidente ha generado opiniones encontradas, dividiendo a la ciudadanía entre aquellos que apoyan la actuación policial y quienes consideran que el uso de la fuerza fue excesivo.
Según el video, varios agentes llegaron al establecimiento, donde se encontraba un grupo de personas consumiendo bebidas alcohólicas. Tras dar la orden de recoger las botellas que estaban en el suelo, uno de los oficiales se dirigió hacia una mujer, quien, al tomar una de las botellas, miró al agente de manera desafiante. Sin previo aviso, el agente disparó la pistola eléctrica, dejándola inmóvil en el suelo por varios segundos.
La hermana de la joven sometida denunció el abuso de poder por parte de los agentes, explicando que su pariente no había mostrado resistencia. La mujer simplemente obedeció la orden de recoger la botella, pero se asustó al ver el taser en manos del oficial. Según la denunciante, el agente actuó sin mediar palabras y disparó el arma de electrochoque de manera abrupta, sin dar oportunidad a un diálogo o a una resolución pacífica.
«Mi hermana cumplió con lo que se le pidió. No había necesidad de disparar la pistola eléctrica. Ella no fue una amenaza para nadie», expresó la hermana de la víctima. La joven, según su relato, no mostró ninguna intención de agredir a los agentes, sino que simplemente obedeció la orden.
El incidente ha provocado una serie de reacciones en la opinión pública. Mientras algunos defienden la rapidez con la que los agentes actuaron para evitar una posible confrontación, muchos cuestionan la proporcionalidad de la respuesta policial. En las redes sociales, los usuarios han expresado su rechazo al uso de la pistola eléctrica en una situación que no parecía poner en riesgo la seguridad de los oficiales ni de los presentes.
La Policía Nacional aún no se ha pronunciado oficialmente sobre el hecho, lo que ha aumentado la incertidumbre y la falta de transparencia en torno a la actuación de los agentes. Este silencio ha generado preocupación sobre la falta de rendición de cuentas en casos donde el uso de la fuerza se pone en duda.