Somos Pueblo – Una nueva querella penal con constitución en actor civil fue interpuesta este viernes ante la Fiscalía del Distrito Nacional por la señora Juanita Murray Waldron, en contra de los propietarios del centro nocturno Jet Set, Antonio Espaillat López, Ana Grecia López y la razón social Inversiones E y L, S.R.L. La acción legal se suma a otras seis ya presentadas, tras el trágico colapso del establecimiento que dejó un saldo de 232 personas fallecidas y cerca de 200 heridos.
La señora Murray Waldron perdió en el siniestro a tres miembros cercanos de su familia: sus hijas, las doctoras Elisa Victoria y Amanda Esther Murray, y su sobrino Ray Luis Justo Murray. Las víctimas, residentes en San Pedro de Macorís, se encontraban en Santo Domingo para asistir a una fiesta animada por el reconocido merenguero Rubby Pérez, quien también falleció esa noche.
El abogado de la querellante, Renso Núñez Alcalá, explicó que la acción penal está sustentada en el artículo 319 del Código Penal Dominicano, que tipifica como delito el homicidio culposo o por negligencia. En ese sentido, la acusación atribuye a los propietarios del local una supuesta omisión de responsabilidad al no garantizar la seguridad estructural del edificio, lo que habría provocado su colapso y las consecuencias fatales ya conocidas.
Núñez Alcalá argumentó que, debido a esta presunta negligencia, las víctimas dejaron a tres menores de edad en la orfandad, además de afectar severamente la situación económica de los padres de las fallecidas, quienes dependían del apoyo económico y emocional de sus hijas.
Dentro de las medidas solicitadas por el abogado figura el arresto inmediato de Antonio Espaillat López y la imposición de prisión preventiva como medida de coerción. Asimismo, se pidió que el proceso sea declarado complejo, dada la magnitud del caso y la cantidad de víctimas involucradas.
Con esta séptima querella, el caso del Jet Set continúa aumentando su peso judicial, convirtiéndose en uno de los procesos más delicados en curso en el sistema penal dominicano. La magnitud del siniestro, ocurrido en un establecimiento emblemático de la vida nocturna capitalina, ha generado una fuerte presión pública para que se esclarezcan las causas del colapso y se determinen las responsabilidades correspondientes.
En declaraciones anteriores ofrecidas al periódico El Día, el señor Antonio Espaillat sostuvo que es “el más interesado en saber qué pasó” aquella noche en que se desplomó el techo de la discoteca. Espaillat aseguró entonces que colaboraría con las autoridades para facilitar la investigación, tras la tragedia que también cobró la vida del artista que amenizaba el evento y de decenas de asistentes.
La tragedia del Jet Set ha sido catalogada como uno de los mayores desastres estructurales en la historia reciente del país. El desplome del local ha generado intensos cuestionamientos sobre la fiscalización de edificaciones comerciales, los protocolos de inspección estructural y la responsabilidad de los propietarios en la garantía de condiciones seguras para el público.
Al mismo tiempo, el caso ha visibilizado el impacto humano detrás de las cifras. En este último episodio judicial, se resaltan las pérdidas personales y familiares que dejó el siniestro, como la de una madre que ahora clama justicia tras haber perdido a sus dos hijas y a un sobrino en un evento que, según argumenta su defensa, pudo haberse evitado.
La Fiscalía del Distrito Nacional aún no ha emitido una comunicación oficial sobre la nueva querella, pero fuentes del entorno jurídico indican que los fiscales encargados del caso ya iniciaron el proceso de admisión y análisis del expediente.