Somos Pueblo. – A pesar de que el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) suple casi el 100 % de la demanda energética en el país, expertos y empresarios advierten sobre la urgencia de mejorar la eficiencia del servicio y aliviar la carga financiera del Estado. Roberto Herrera, gerente país de Interenergy y presidente de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), abordó la situación actual del sector y propuso reformas clave para optimizar la distribución y sostenibilidad del sistema eléctrico.
Durante su intervención en el evento Visión de Negocios 2025, organizado por la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (Amchamdr), Herrera afirmó que las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDE) se encuentran en una situación financiera crítica, lo que impacta directamente en la calidad del servicio y en la estabilidad del sector energético.
«Las EDE están quebradas», señaló Herrera, destacando que la falta de gestión eficiente y la politización del sector han generado un sistema insostenible. En el encuentro, en el que participaron empresarios y expertos en comercio, se discutió el papel clave del sector eléctrico en el desarrollo económico del país y las oportunidades para su crecimiento sostenible.
Propuestas para reformar el sector eléctrico
Herrera subrayó la necesidad de despolitizar las EDE como un paso fundamental para garantizar su funcionamiento eficiente. Citó las declaraciones de Celso Marranzini, presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras (CUED), quien ha insistido en la importancia de un pacto que asegure la continuidad administrativa en estas empresas.
«Si cada cuatro años estamos cambiando los directores, y no solo en la cabeza, sino hasta en los empleados que abren la puerta, eso genera problemas. Se necesita una gestión permanente y constante», explicó Herrera.
Otro de los puntos clave mencionados fue la incorporación de tecnología en la gestión de las EDE para mejorar la medición del consumo eléctrico y reducir las pérdidas. Según Herrera, el uso de herramientas tecnológicas avanzadas permitiría un monitoreo más preciso desde la generación hasta la distribución, facilitando la identificación de pérdidas y el combate al fraude eléctrico.
«La tecnología es clave. Si podemos medir con precisión desde que se genera el primer kilovatio hasta que llega al consumidor, podemos identificar los puntos de fuga y corregirlos de manera eficiente», sostuvo.
Subsidios y sostenibilidad financiera
Uno de los desafíos más grandes que enfrenta el sector es el desfase tarifario. Herrera explicó que la tarifa actual no refleja el costo real del servicio debido a los subsidios generalizados, lo que impide que las EDE sean financieramente viables.
«Aunque mucha gente se queja, la tarifa no cubre el costo real del servicio. Hay un subsidio hasta los 700 kilovatios que no debería existir, ya que incluye a usuarios que pueden pagar el servicio como cualquier otro», afirmó.
La falta de un modelo financiero sostenible afecta la inversión en infraestructura y el mantenimiento del sistema eléctrico. Herrera señaló que, en un entorno de estabilidad, los niveles de riesgo disminuirían y los inversionistas no exigirían los altos retornos que actualmente demandan.
«Si el sistema funcionara adecuadamente, podríamos aspirar a mejoras significativas. Pero sin estabilidad financiera, es difícil atraer inversiones a largo plazo», comentó.
Inversión en infraestructura y combate al fraude eléctrico
Para mejorar la confiabilidad del servicio, Herrera enfatizó la necesidad de modernizar la infraestructura eléctrica, incluyendo la actualización de subestaciones, transformadores y líneas de transmisión. También propuso el fortalecimiento de las medidas contra el robo de electricidad, un problema que sigue afectando la eficiencia del sector.
«El sistema está sirviendo, pero muchos abusan de él. El robo de electricidad es un problema grave que debemos atacar con urgencia», advirtió.
Entre las soluciones planteadas, sugirió la implementación de un sistema de pago prepago y pospago, lo que permitiría focalizar mejor los subsidios y asegurar que solo lleguen a quienes realmente los necesitan.
¿Falta voluntad política?
Herrera concluyó que las soluciones técnicas para mejorar el sector eléctrico están claras, pero que el verdadero desafío radica en la voluntad política para implementarlas.
«Se necesitan dos cosas fundamentales: voluntad y decisión. Cuando un gobierno o un presidente toma la determinación de impulsar un proyecto, lo hace. Lo hemos visto con Punta Catalina, el metro y otros grandes proyectos. Lo mismo debe ocurrir con el sector eléctrico», enfatizó.
El sector energético sigue siendo un tema clave en la agenda nacional, con implicaciones directas en el desarrollo económico, la inversión y la calidad de vida de la población. La pregunta sigue abierta: ¿habrá voluntad para impulsar las reformas necesarias y garantizar un sistema eléctrico eficiente y sostenible en el tiempo?