El Gobierno dominicano, a través del proyecto de modernización fiscal, ha propuesto destinar un adicional de 11 mil millones de pesos anuales a las alcaldías y juntas distritales, como parte de una reforma integral que deberá ser aprobada por el Congreso Nacional.
Según el documento oficial, esta inversión se destinará a áreas clave como la seguridad ciudadana, el transporte, la atención primaria en salud, y los gobiernos locales. El objetivo es mejorar servicios esenciales, como la recolección de basura, la construcción de infraestructuras comunitarias y el fortalecimiento de la respuesta a emergencias.
Uno de los principales desafíos de las alcaldías ha sido la gestión de los desechos sólidos, el ordenamiento del tránsito, y la transparencia en el manejo de recursos públicos. Muchos alcaldes justifican las deficiencias en estos servicios argumentando la falta de fondos suficientes.
Sin embargo, un informe reciente del Sistema de Monitoreo de la Administración Pública Municipal (SISMAP Municipal) revela que la gestión municipal en el país está lejos de ser eficiente. De los 158 ayuntamientos evaluados, el promedio general de desempeño es de apenas 47.87%. Las áreas de compras y contrataciones y presupuesto participativo, fundamentales para la transparencia, muestran notas alarmantemente bajas, con promedios por debajo del 30% y 25%, respectivamente.
En el caso de las 235 juntas distritales, la situación es aún más grave, con un promedio de desempeño de solo 23.67%. Los indicadores de recursos humanos, calidad del gasto y acceso a la información pública presentan resultados muy por debajo de lo aceptable, lo que refleja una gestión deficiente en casi todos los aspectos.
El reto ahora es si estas instituciones locales podrán utilizar de manera eficiente los 11 mil millones de pesos adicionales que recibirán anualmente, para ofrecer los servicios que la ciudadanía necesita y que está en su derecho de exigir. Sin embargo, los indicadores actuales sugieren que la capacidad de gestión de las municipalidades dominicanas está lejos de estar a la altura de estas nuevas responsabilidades.
