Somos Pueblo. – Decenas de camiones permanecieron estacionados este lunes a lo largo de la autopista 30 de Mayo, en la zona de Manresa, como medida de protesta contra la restricción de circulación impuesta por la resolución 14-2021 del Concejo de Regidores del Distrito Nacional. La movilización ha generado un considerable congestionamiento vehicular y ha derivado en la detención de al menos 20 dirigentes sindicales por parte de las autoridades, bajo cargos de obstrucción del tránsito.
Desde que se implementó la medida, los camioneros han denunciado que se han visto gravemente afectados en su capacidad de trabajo. «Nosotros lo que queremos es una solución, no problemas. Solo queremos que nos dejen trabajar tranquilos. ¿Cómo podemos mantener a nuestras familias si nos suben los peajes y, además, nos impiden transitar?», expresó Juan Carlos Durán, uno de los manifestantes, quien exigió la liberación inmediata de sus compañeros detenidos.
El paro se ha extendido por más de un kilómetro en ambos sentidos de la vía, evidenciando el descontento del sector con la regulación vigente. La disposición municipal prohíbe la circulación de vehículos de carga con más de dos ejes por el Malecón, desde el kilómetro 13 de la autopista 30 de Mayo hasta el puerto de Santo Domingo. A esto se suma la ordenanza 2-2017, que obliga a los camiones pesados a utilizar la Circunvalación de Santo Domingo si se dirigen a los puertos de Haina y Caucedo, lo que representa un aumento significativo en los costos operativos de los transportistas.
Danilo Doñé, otro de los camioneros afectados, detalló que el traslado de carga desde el puerto de Haina hasta Caucedo conlleva un gasto superior a los cinco mil pesos, considerando los peajes y el consumo de combustible. «Esto no es sostenible, nos están estrangulando económicamente», denunció.
Ante el incremento de las tensiones, la Alcaldía ha reiterado que existe la posibilidad de otorgar permisos especiales para aquellos transportistas que necesiten movilizar mercancías en el centro de la ciudad. Sin embargo, los camioneros insisten en que la aplicación de estos permisos es arbitraria y burocrática, lo que limita su efectividad.
El conflicto refleja un problema de fondo en la regulación del tráfico pesado en Santo Domingo, donde las políticas municipales buscan descongestionar la ciudad, pero a costa de impactos negativos en el sector del transporte de carga. La falta de un consenso entre las partes involucradas podría derivar en una escalada de las protestas y un deterioro aún mayor del servicio logístico en el país.
