En medio de la reciente controversia por la fracasada reforma tributaria, que intentaba implementar nuevas cargas fiscales para la población dominicana, surge otra fuente de indignación pública: el gasto millonario en nuevos uniformes para la Policía Nacional. El Gobierno ha anunciado la adquisición de estos uniformes a un costo de RD$1,053,987,817, con la intención de «modernizar» la imagen de la Policía. Sin embargo, muchos ciudadanos se cuestionan si cambiar la vestimenta es realmente el primer paso hacia una transformación efectiva de la institución.
Los nuevos uniformes, que incluyen 69,145 conjuntos digitales y otros elementos como corbatas, botas, y hasta 518,585 piezas de ropa interior, fueron adquiridos bajo el proceso de licitación publicado en 2023. La intención, según el Gobierno, es mejorar la presentación y el control de identidad de los agentes mediante distintivos como un código QR y números de placa únicos en cada uniforme. La medida, sin embargo, ha despertado críticas entre los sectores que cuestionan por qué, en un momento de ajustes fiscales y necesidades urgentes en áreas como la seguridad, la educación y la salud, se destina un presupuesto tan significativo a una cuestión meramente estética, que no aborda los problemas de fondo en la Policía.
La frustración social es evidente, especialmente tras el rechazo generalizado de la reforma tributaria de octubre, que buscaba generar mayores ingresos para el Estado a costa de la economía de los ciudadanos. Las críticas hacia el gasto en uniformes no son únicamente sobre el monto, sino también sobre la falta de medidas estructurales que realmente transformen la institución policial, cuya reputación ha sido gravemente afectada en los últimos años por denuncias de corrupción y abusos de poder. Este gasto, percibido como excesivo y desconectado de las necesidades reales, ha intensificado el escepticismo hacia el compromiso del Gobierno con las reformas prometidas para mejorar la seguridad y el bienestar ciudadano.
