El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, destacó que “el país está en el camino correcto y avanzando con firmeza”, al presentar los resultados preliminares del tercer trimestre de 2024 (julio-septiembre) sobre el panorama económico de la República Dominicana. Según Valdez Albizu, la economía registró un crecimiento interanual del 5.6% en agosto de 2024, impulsada por sectores clave como zonas francas y construcción, este último con un efecto multiplicador en otras áreas.
En un contexto internacional marcado por tensiones en Europa y Asia, el crecimiento económico del país fue del 5.1% en el período enero-agosto, según el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE). Este desempeño coloca a la República Dominicana como la economía de mayor crecimiento en América Latina, con una inflación interanual del 3.29% y una inflación subyacente del 4.01% en septiembre de 2024. Valdez Albizu subrayó que estos resultados se dan en el marco del 77 aniversario del Banco Central.
Sin embargo, estos logros económicos coinciden con la propuesta de una reforma fiscal que busca equilibrar las cuentas públicas. La reforma, destinada a aumentar la recaudación del Estado, podría entrar en contraste con las declaraciones optimistas de Valdez Albizu, que pintan un panorama de estabilidad y crecimiento. Mientras el gobierno asegura que la reforma es necesaria para reducir el déficit fiscal y asegurar la sostenibilidad a largo plazo, los datos de crecimiento y estabilidad presentados por el gobernador parecen sugerir que el país mantiene una posición sólida sin cambios drásticos en la política fiscal.
El turismo, las remesas y la inversión extranjera también han sido pilares del crecimiento, con el país recibiendo 7.8 millones de visitantes y remesas por valor de US$8,000 millones entre enero y septiembre de 2024. Según Valdez Albizu, estos factores han permitido mantener la estabilidad del tipo de cambio y se espera que las reservas internacionales superen los US$40,000 millones para finales de año.
A pesar de los avances, el gobernador no eludió los desafíos que enfrenta el país, como la persistente informalidad laboral. Aunque se ha registrado una disminución del 2.47% en la ocupación informal, sigue siendo una preocupación predominante. En este contexto, el gobierno podría considerar cómo la reforma fiscal impactaría tanto en la formalización del empleo como en el crecimiento de la economía, alineándose con las proyecciones de crecimiento moderado de entre 4.5% y 5% para 2025.
Valdez Albizu se mostró optimista sobre las perspectivas económicas para 2024 y 2025, sugiriendo que la disminución de las presiones inflacionarias y las tasas de interés podrían abrir espacio para una mayor flexibilidad en la política monetaria. Sin embargo, la implementación de una reforma fiscal podría alterar el equilibrio alcanzado, generando un debate sobre su impacto en los sectores productivos y en los resultados positivos que hasta ahora ha exhibido la economía.
