A su llegada a Paiporta, localidad más afectada por las recientes inundaciones en Valencia, los reyes de España, Felipe VI y Letizia, junto con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, fueron recibidos con gritos de «fuera» y lanzamientos de barro. La comunidad, compuesta por vecinos y voluntarios visiblemente molestos, mostró su indignación ante la comitiva.
En medio de la protesta, Felipe VI y Letizia intentaron acercarse a los jóvenes y dialogar con ellos, mientras la situación se mantenía tensa. La tragedia ha dejado al menos 62 muertos en Paiporta y un saldo total de 213 fallecidos en la provincia, además de numerosas personas desaparecidas, convirtiéndose en uno de los desastres naturales más graves en España en décadas.
Con el rostro y el abrigo manchados de barro, el rey avanzó por las calles principales de la zona más devastada, buscando calmar a algunos de los voluntarios afectados tras días de intensas lluvias y riadas. La reina, por su parte, también habló con los vecinos, entre los cuales continuaban los gritos y las muestras de enfado dirigidas a las autoridades.
Inicialmente, el equipo de seguridad intentó abrir paraguas para proteger a la comitiva del barro lanzado, pero luego decidieron cerrarlos mientras el rey continuaba su recorrido y se detenía a escuchar las preocupaciones de los habitantes.