El Kremlin afirmó que el reciente lanzamiento de un misil balístico hipersónico contra Ucrania responde a la supuesta intención de Occidente de infligir una derrota estratégica a Rusia.
«Occidente, liderado por Estados Unidos, muestra estar dispuesto a todo para aplastar a Rusia», declaró Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, en una entrevista televisiva. Según Peskov, este ataque con el nuevo misil fue una medida necesaria y efectiva frente a las acciones de los países occidentales.
El portavoz señaló que «misiles occidentales y personal militar extranjero» estuvieron involucrados en acciones recientes en Ucrania, argumentando que estas operaciones no pueden ser llevadas a cabo únicamente por tropas ucranianas. Además, mencionó que el presidente ruso, Vladímir Putin, lamentó la pérdida de militares rusos en Kursk, un hecho atribuido a estas intervenciones.
Advertencias del Kremlin
Peskov insistió en que las acciones de Rusia no representan una escalada del conflicto, sino una respuesta a las provocaciones de Occidente. Asimismo, recordó las advertencias previas de Putin en septiembre, cuando afirmó que permitir el uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania implicaría que Estados Unidos y la OTAN estarían «en guerra con Rusia».
El portavoz acusó a la administración saliente de Joe Biden de empeorar las tensiones, lo que, según él, dificulta cualquier avance hacia la paz. En contraste, destacó las promesas del presidente electo Donald Trump de buscar una solución pacífica al conflicto durante su campaña electoral.
Peskov también expresó preocupación por la posibilidad de que Ucrania desarrolle una «bomba sucia», calificando esto como una amenaza que va más allá de cualquier provocación convencional.
El uso del misil Oréshnik
Putin confirmó esta semana el empleo del misil balístico supersónico Oréshnik, utilizado para atacar una fábrica de misiles en la región de Dnipró. Además, anunció la producción masiva de una nueva generación de misiles hipersónicos capaces de alcanzar las principales capitales europeas en minutos, advirtiendo sobre una posible carrera armamentista.
En paralelo, la Duma aprobó un aumento del 25 % en el gasto de defensa para el próximo año, representando más del 6 % del PIB ruso. Asimismo, se promulgó una nueva doctrina nuclear que contempla el uso de armas atómicas en respuesta a ataques convencionales.
Según el Kremlin, estas medidas buscan contrarrestar las acciones «imprudentes» de Occidente y preparar a Rusia para enfrentar un escenario de creciente tensión en el conflicto ucraniano.
Fuente: EFE
