Somos Pueblo. – Un nuevo brote de peste porcina africana (PPA) ha causado graves daños en el municipio El Pino, en la provincia Dajabón, donde la muerte de una cantidad indeterminada de cerdos ha provocado pérdidas económicas significativas para los productores locales. La enfermedad resurgió debido a un proceso de repoblación porcina, lo que ha generado preocupación entre los ganaderos de la zona. A pesar de los esfuerzos del Ministerio de Agricultura para controlar la situación, aún no se ha determinado si se procederá con el sacrificio de los animales afectados ni si se brindarán compensaciones económicas a los afectados.
El municipio El Pino, en la provincia Dajabón, ha sido el epicentro de un nuevo brote de fiebre porcina africana (PPA), una enfermedad altamente contagiosa que afecta a la población porcina y genera importantes consecuencias económicas. Según informó el médico veterinario Edward Paulino, titular de la Dirección Regional Noroeste de Ganadería del Ministerio de Agricultura, el brote ha sido originado por un proceso de repoblación porcina en la zona, lo que facilitó la reaparición del virus.
“El detalle es un rebrote de la peste porcina africana. Las investigaciones que hemos hecho indican que la enfermedad ha vuelto a resurgir porque es una repoblación; la fiebre porcina africana tiene mucho tiempo en el mundo y no tiene vacuna”, explicó Paulino.
Esta situación ha llevado a la muerte de una cantidad aún indeterminada de cerdos, lo que ha ocasionado grandes pérdidas económicas entre los productores locales.
Ante la crisis, el Ministerio de Agricultura ha desplegado un equipo de trabajo en la zona para realizar fumigaciones y desinfecciones en las áreas de crianza con el objetivo de evitar una mayor propagación del virus. No obstante, aún no se ha definido si el Gobierno procederá a sacrificar los animales infectados, como se ha hecho en brotes anteriores, o si ofrecerá algún tipo de compensación económica a los porcicultores que han sufrido pérdidas.
“Los ganaderos de la zona han manifestado su preocupación ante la falta de claridad sobre las medidas a tomar y la incertidumbre sobre el futuro de sus negocios”, comentó Paulino.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, el impacto total del brote aún no se ha determinado, y el Ministerio de Agricultura continúa realizando un levantamiento para establecer la magnitud de las pérdidas. Sin embargo, hasta el momento, las autoridades no han confirmado cuántos cerdos han muerto a causa de la fiebre porcina.
Por otro lado, el Ministro de Agricultura, Limber Cruz, destacó en un comunicado emitido el 7 de marzo que, aunque la fiebre porcina africana no ha sido eliminada por completo en el país, el Gobierno está ejecutando un plan para erradicarla de manera definitiva. En ese sentido, Cruz mencionó que cuando asumió el cargo en agosto de 2020, la detección de la enfermedad dependía de pruebas enviadas a laboratorios en Estados Unidos, cuyos resultados tardaban hasta tres semanas en obtenerse.
“Inmediatamente comenzamos el remozamiento de los laboratorios en el país, y hoy tenemos los resultados de una prueba de fiebre porcina africana en tan solo dos horas”, destacó Cruz.
Según datos proporcionados por el Ministerio de Agricultura, en febrero pasado se realizaron 1,052 pruebas en todo el país, de las cuales 11 resultaron positivas en pequeños criadores porcinos. Cruz aseguró que “no hay granjas grandes ni criadores de gran escala en la República Dominicana que tengan este problema. Nosotros hemos controlado la fiebre porcina africana a su mínima expresión”.
A pesar de estas declaraciones optimistas por parte de las autoridades, los porcicultores en El Pino continúan enfrentando una difícil situación. La incertidumbre sobre las medidas a tomar y el impacto económico inmediato de la enfermedad siguen siendo las principales preocupaciones en la región.
Con un virus que sigue causando estragos en la industria porcina, queda claro que el control y erradicación de la peste porcina africana seguirán siendo una de las prioridades para el sector agropecuario de la República Dominicana. Las medidas que se tomen en los próximos días serán cruciales para determinar el futuro de los porcicultores afectados, así como para evitar la expansión del brote a otras zonas del país.