Somos Pueblo — La cifra de personas fallecidas tras el desplome del techo de la discoteca Jet Set, ocurrido en la madrugada del martes, ascendió a 218, según el reporte más reciente del director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Manuel Méndez. Mientras tanto, el número de personas rescatadas con vida y trasladadas a centros de salud se mantiene en 189.
La tragedia, que ha conmocionado al país, tuvo lugar mientras el reconocido merenguero Rubby Pérez amenizaba una fiesta con decenas de asistentes. Desde entonces, las labores de rescate han continuado sin pausa, aunque, conforme a los datos oficiales, no se ha encontrado a ninguna persona con vida desde las 3:00 de la tarde del martes.
El director del COE señaló además que, pasadas las 48 horas del siniestro, se ha reducido la cantidad de brigadistas en el terreno. “Ya no es necesario mantener tantos equipos en la zona, porque el volumen de trabajo ha disminuido tras las primeras fases de búsqueda intensiva”, explicó Méndez.
La identificación de los cadáveres será responsabilidad del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), que trabaja en conjunto con otras entidades para procesar los cuerpos y garantizar su entrega formal a las familias. Este proceso ha requerido especial atención debido al alto número de víctimas y al estado en que se hallaron muchos de los cuerpos.
En respuesta al dolor colectivo generado por el colapso, la Alcaldía del Distrito Nacional anunció la liberación de 150 nichos en el cementerio Cristo Redentor. Esta medida, según explicaron, busca ofrecer un sepelio digno a las víctimas cuyos familiares no cuenten con los recursos para costear un entierro.
“El objetivo es garantizar que las familias puedan dar el último adiós a sus seres queridos de manera digna, sin que las limitaciones económicas se conviertan en una barrera en este momento tan doloroso”, informó la Alcaldía en un comunicado. Además, se designó un equipo especial en las oficinas del cementerio para facilitar el acceso a estos nichos y agilizar el proceso.
En las inmediaciones de la discoteca Jet Set, aún se congregan ciudadanos, familiares y curiosos, en un ambiente cargado de duelo y desconcierto. Las imágenes difundidas desde el lugar dan cuenta de la magnitud de la tragedia: estructuras colapsadas, maquinaria pesada removiendo escombros, y familiares en espera de noticias definitivas.
La tragedia ha despertado además cuestionamientos sobre la seguridad estructural de locales con alta concurrencia de personas. Voces del sector técnico y académico han señalado la necesidad urgente de revisar las normativas de inspección y supervisión de edificaciones privadas, especialmente aquellas que operan como centros de entretenimiento.
En días anteriores, el presidente del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA), Carlos Eligio Mendoza Díaz, advirtió que el edificio presentaba señales visibles de deterioro estructural, como filtraciones y desgaste en columnas y vigas, que pudieron haber sido determinantes en el colapso.
Mientras tanto, las autoridades continúan procesando la información y consolidando las cifras. Se espera que en los próximos días se emitan informes técnicos oficiales que expliquen las causas del colapso, así como posibles responsabilidades administrativas o legales.
El país sigue en duelo nacional, y las banderas ondean a media asta en recintos públicos y militares como símbolo del luto colectivo. En medio del dolor, los esfuerzos se centran ahora en acompañar a las familias, asegurar la identificación y sepultura de las víctimas, y prevenir que una tragedia de esta magnitud vuelva a repetirse.
Con 218 vidas perdidas y decenas de familias afectadas, el colapso del Jet Set se inscribe ya como uno de los eventos más trágicos de la historia reciente del país. El país aguarda respuestas, mientras honra la memoria de quienes no regresaron.

