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sábado, febrero 22, 2025

Tras el hallazgo en Pedernales, Haití se pregunta si también tiene tierras raras

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Belle-Anse, Haití. La reciente confirmación de la existencia de yacimientos de tierras raras en Pedernales, República Dominicana, ha puesto sobre la mesa interrogantes sobre si estos valiosos minerales se extienden al territorio haitiano. La incertidumbre sobre la presencia de estos recursos estratégicos ha llevado a que el director general de la Oficina de Minas y Energía (BME) de Haití, Claude Prépetit, reconozca que no se han realizado investigaciones recientes para determinar si los depósitos de tierras raras cruzan la frontera.

En una intervención realizada el martes 11 de febrero en el programa Panel Magik, Prépetit manifestó que, aunque es probable que Haití también posea tierras raras, el país desconoce con exactitud la cantidad, ubicación y concentración de estos minerales en su territorio. Ante esto, el funcionario haitiano instó a las autoridades a invertir en estudios geológicos que permitan evaluar el potencial minero del país y definir si Haití tiene acceso a estos recursos.

La provincia dominicana de Pedernales, situada en el extremo suroeste del país, se ha destacado en los últimos tiempos por el descubrimiento de 114 depósitos de tierras raras, un hallazgo que podría cambiar el panorama de la minería en la región. Estos minerales, que son fundamentales para la fabricación de dispositivos electrónicos y baterías de vehículos eléctricos, se consideran estratégicos en la tecnología moderna. De acuerdo con expertos, cada teléfono inteligente contiene alrededor de 3 gramos de tierras raras, y las baterías de los autos eléctricos pueden contener hasta 3.5 kilogramos. En este contexto, las reservas dominicanas pueden representar una oportunidad para el país en términos de desarrollo económico y tecnología.

Sin embargo, el experto geólogo advirtió que la explotación de estos recursos, tanto en República Dominicana como en Haití, podría tener serios impactos ambientales. «El estudio de impacto debe evaluar la cantidad de residuos, el uso de agua y los productos químicos necesarios para extraer estos minerales», explicó Prépetit, quien también subrayó la necesidad de mantener un diálogo diplomático entre ambos países para evitar que las actividades mineras en un país generen contaminación en el otro.

Más allá del descubrimiento de tierras raras, Prépetit hizo hincapié en la falta de inversión en la investigación minera en Haití. Según el funcionario, Haití no ha realizado estudios geológicos ni investigaciones en el sector desde 1993. En 2012, el país incluso detuvo todas las actividades de exploración de metales, lo que ha dejado a Haití rezagado en comparación con su vecino dominicano, que sigue avanzando en la exploración y explotación de recursos minerales.

«Haití necesita retomar los estudios de exploración minera. No podemos seguir ignorando nuestros recursos naturales. Es imperativo relanzar la investigación minera y desarrollar una estrategia sostenible que permita aprovechar estos recursos de manera responsable», subrayó Prépetit.

Este atraso en el sector minero de Haití, combinado con la creciente actividad minera en República Dominicana, ha generado preocupaciones sobre el futuro económico de ambos países, que comparten una extensa frontera. Mientras República Dominicana avanza con la explotación de recursos como la bauxita, el oro y las tierras raras, Haití enfrenta la difícil tarea de revitalizar su industria minera para no quedar atrás en una región donde los recursos naturales son cada vez más codiciados.

A nivel global, las tierras raras son elementos minerales cuyo suministro está muy concentrado en unos pocos países, siendo China el principal productor mundial, con una producción estimada de 168,000 toneladas en 2021. En contraste, Estados Unidos produjo solo 42,000 toneladas ese mismo año. Esto ha generado una alta competencia entre países para acceder a estos recursos, que son esenciales para la fabricación de productos tecnológicos de última generación.

El gobierno de Haití, al reconocer la falta de estudios e infraestructura en su sector minero, ahora enfrenta el reto de iniciar una nueva era de investigación y explotación de recursos naturales. Las autoridades haitianas deben considerar no solo el beneficio económico, sino también las implicaciones ambientales y sociales que traerá la minería en el país.

De esta manera, el descubrimiento de tierras raras en Pedernales abre un nuevo capítulo en la geopolítica minera de la región, donde tanto República Dominicana como Haití deberán actuar con cautela y colaboración para evitar que la búsqueda de recursos estratégicos se convierta en un motivo de conflicto, y más bien, en una oportunidad para el desarrollo sostenible y el bienestar compartido de ambos pueblos.

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