Washington, D.C. – En su primer día como presidente de Estados Unidos, Donald Trump cumplió con una de sus principales promesas de campaña al firmar una orden ejecutiva que elimina las políticas de diversidad e identidad de género en el gobierno federal. Durante su discurso de asunción en el Capitolio, Trump anunció que su administración solo reconocerá «dos géneros: masculino y femenino».
«A partir de hoy, la política gubernamental de Estados Unidos es que hay solo dos géneros: masculino y femenino», declaró el mandatario, convirtiéndose en el 47º presidente de la nación. Además, aseguró que pondrá fin a lo que denominó «la política gubernamental de intentar diseñar la raza y el género en cada aspecto de la vida pública y privada».
La nueva orden ejecutiva establece que «estos sexos no pueden modificarse y están arraigados en una realidad fundamental e indiscutible». Como parte de estas medidas, se prohíbe el uso de fondos federales para promover la ideología de género, en un esfuerzo por lo que la administración ha llamado «restaurar la verdad biológica».
El decreto también implica el desmantelamiento de todos los programas de diversidad e inclusión en el gobierno federal, marcando un giro radical con respecto a las políticas impulsadas en administraciones anteriores.
Preocupación en la comunidad LGBTQ+
Las decisiones de Trump han generado preocupación entre la comunidad LGBTQ+ y organizaciones de derechos humanos. Según el Instituto Williams, un centro de estudios de la Universidad de California, aproximadamente 1,3 millones de adultos y 300.000 jóvenes de entre 13 y 17 años se identifican como transgénero en Estados Unidos.
Diversos estudios han demostrado que las personas transgénero enfrentan tasas más altas de depresión y suicidio en comparación con la población general. Angel Bullard, una joven trans de 22 años de Wyoming, expresó su preocupación por las consecuencias de estas políticas. «Es horrible no poder afirmar tu género y sentirte solo en el mundo. Tengo suerte de contar con el apoyo de mis amigos, pero hay muchas personas que no tienen esa red de apoyo», declaró en una entrevista.
El decreto firmado por Trump prohíbe que las personas transgénero accedan a espacios destinados a un solo sexo, como refugios para mujeres víctimas de violencia doméstica o duchas en lugares de trabajo, argumentando la necesidad de proteger la privacidad y seguridad de las mujeres.
Posibles repercusiones legales
Las políticas anunciadas por Trump probablemente enfrenten desafíos legales, ya que diversos grupos de derechos civiles han señalado que podrían violar la Constitución y leyes vigentes de protección contra la discriminación. Durante su campaña, el presidente republicano prometió derogar medidas de inclusión de género, argumentando que discriminan a los hombres blancos y erosionan los valores tradicionales.
Trump también ha manifestado su intención de que el Congreso apruebe una ley que establezca que el género solo se reconoce según el sexo asignado al nacer, además de prohibir los tratamientos de afirmación de género para menores.
Aumento de la incertidumbre y el temor
El anuncio ha provocado un aumento de la ansiedad en la comunidad LGBTQ+, con organizaciones de ayuda reportando un incremento en la demanda de sus servicios. Aaron Almanza, director del Centro Nacional de Ayuda LGTB, informó que el número de llamadas diarias ha pasado de 300 a 2.000 desde las elecciones, reflejando la incertidumbre y el temor que sienten muchas personas ante las nuevas políticas.
«Estas decisiones ponen en riesgo la seguridad y el bienestar de muchas personas que ya enfrentan discriminación y dificultades en su vida diaria», señaló Almanza.
Mientras la administración Trump avanza con su agenda de revertir políticas de diversidad, grupos de defensa de derechos civiles y legisladores de la oposición han prometido luchar contra estas medidas en los tribunales y el Congreso, en un país cada vez más polarizado en torno a temas de identidad de género y derechos civiles.
