Washington, D.C. — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes un decreto que prohíbe a las personas transgénero servir en las fuerzas armadas estadounidenses, una medida que ha desatado críticas por parte de grupos defensores de los derechos LGBTQ+ y ha sido aplaudida por sectores conservadores. La orden ejecutiva, firmada a bordo del Air Force One, también incluye la construcción de un sistema de defensa antimisiles similar al israelí «Cúpula de Hierro» y la reintegración de militares que fueron relegados por negarse a vacunarse contra el Covid-19.
En un discurso ante congresistas republicanos en Miami, Trump justificó la medida afirmando que «para garantizar que tengamos la fuerza de combate más letal del mundo, eliminaremos la ideología transgénero de nuestras fuerzas armadas». El mandatario argumentó que las fuerzas armadas han estado «aquejadas con una ideología de género radical para apaciguar a los activistas» y que «muchas condiciones mentales y físicas son incompatibles con el servicio activo».
El decreto presidencial señala que «la adopción de una identidad de género inconsistente con el sexo del individuo choca con el compromiso del soldado con un estilo de vida honorable, veraz y disciplinado, incluso en su vida personal». Además, afirma que «la afirmación de un hombre de que es una mujer y su requerimiento de que otros honren esta falsedad, es inconsistente con la humildad y la abnegación requerida» de un militar.
Esta decisión marca un giro significativo respecto a la política implementada en 2016 durante el gobierno de Barack Obama, cuando se levantó la prohibición que impedía a las personas transgénero servir abiertamente en el ejército. Según estimaciones del Instituto Williams de la Universidad de California, aproximadamente 15.000 personas transgénero forman parte de los dos millones de integrantes de las fuerzas armadas estadounidenses, lo que representa menos del 1% del total.
Una agenda conservadora en expansión
La medida se enmarca en una serie de políticas impulsadas por Trump que buscan restringir los derechos de las personas transgénero en Estados Unidos. Durante su campaña presidencial, el republicano prometió poner fin «desde el primer día» a lo que denominó el «delirio transgénero». El 20 de enero, día de su investidura, Trump afirmó que Estados Unidos solo reconocería «dos sexos, masculino y femenino», definidos al nacer, y que «estos sexos no son modificables y están anclados en una realidad fundamental e incontestable».
Además de la prohibición en el ejército, el presidente ha respaldado esfuerzos para impedir que las mujeres transgénero compitan en deportes escolares femeninos, una restricción que ya ha sido implementada en aproximadamente la mitad de los estados, muchos de ellos liderados por conservadores. Trump busca ahora imponer esta medida a nivel federal.
Críticas y apoyo polarizado
La decisión ha generado una fuerte división en la sociedad estadounidense. Organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y Human Rights Campaign han calificado la medida como discriminatoria y un retroceso en la lucha por los derechos LGBTQ+. «Esta prohibición no solo es injusta, sino que también debilita a nuestras fuerzas armadas al privarlas de talento y dedicación», declaró Alphonso David, presidente de Human Rights Campaign.
Por otro lado, grupos conservadores y religiosos han celebrado la medida, argumentando que refuerza los valores tradicionales y la eficacia militar. «El ejército no es un laboratorio social. Debe estar enfocado en la defensa nacional, no en agendas ideológicas», afirmó Tony Perkins, presidente del Consejo de Investigación Familiar, una organización cristiana conservadora.
Otras órdenes ejecutivas
Además de la prohibición a las personas transgénero, Trump firmó órdenes para reintegrar a militares que fueron relegados por negarse a recibir la vacuna contra el Covid-19, una decisión que ha sido criticada por expertos en salud pública pero aplaudida por sectores antivacunas. También ordenó la construcción de un sistema de defensa antimisiles similar al «Cúpula de Hierro» israelí, con el objetivo de fortalecer la seguridad nacional.
En un contexto de creciente polarización, el presidente también aseguró que «evitará el adoctrinamiento» de los soldados estadounidenses «por ideologías de extrema izquierda como la teoría crítica de la raza», un concepto que los conservadores usan de forma peyorativa para criticar los esfuerzos de sensibilización contra el racismo.
Mientras tanto, el recién nombrado secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseguró que implementará las decisiones presidenciales «sin demora y sin excepción».