El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, compuesto por magistrados vinculados al chavismo, ratificó este jueves los resultados oficiales de las elecciones del 28 de julio, en las que Nicolás Maduro fue declarado ganador, un proceso ampliamente señalado como fraudulento tanto dentro como fuera del país.
La presidenta de la Sala Electoral del TSJ, Caryslia Rodríguez, también chavista, anunció la convalidación de los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), en una declaración realizada ante altas autoridades del Estado y representantes diplomáticos. Rodríguez lideró el proceso de revisión judicial de los comicios.
La sentencia, que pone fin de manera «inequívoca e irrestricta» a la revisión de las elecciones, se emitió 22 días después de que el propio Maduro solicitara este proceso, mediante un recurso de amparo que no fue hecho público. En este marco, los 10 excandidatos presidenciales fueron convocados al TSJ, aunque los detalles del proceso de validación y la identidad de los expertos involucrados en la revisión permanecen en secreto. Además, el proceso se realizó sin la presencia de representantes de la oposición mayoritaria, que insiste en la existencia de fraude electoral.
Antes del fallo, Edmundo González Urrutia, candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la principal coalición opositora, advirtió que la decisión judicial «solo agravará la crisis» que atraviesa el país. A través de la red social X, González Urrutia expresó que «ninguna sentencia sustituirá la soberanía popular» y acusó al TSJ de parcialidad, pronosticando que su fallo favorecería al Gobierno. A pesar de las acusaciones, Maduro aseguró que el tribunal es una institución «sólida».
