La oposición se dejó acusar y condenar por no ser oposición. El relajo fue tan grande que la descalificación provino de la misma oposición y del gobierno. Los burros sin cargas llamando orejudos a los conejos que corrían como locos, y el lobo quejándose de que no apareciera el cazador y Caperucita y la abuela felices en su estómago.
La situación podría ser peor, pues ahora se descubre que como el PLD está dividido, una parte hace de gobierno y la otra de oposición. El problema no es de insolvencia, el problema es de incapacidad, pues tiene armas, pero no puntería. Dispara al aire o tira con balas de gomas.
No produce por tanto bajas.
La oposición somete a la Cámara un proyecto de resolución para interpelar al Procurador por ofender una jueza en el Consejo de la Magistratura. Bien, con esa acción estaría haciendo su trabajo, solo que mientras atendía un cartón, en otro se le pasaban las fichas. Tenía en la mira a Yanalan, y remotamente podría juzgarlo.
Entretanto esa misma Cámara aprobaba un préstamo de 300 millones de dólares, y habría que ver qué más importante: sacudir al funcionario o evitar el aumento de la deuda.
Que cada cual haga de jurado.
Sección De Buena Tinta, publicada por Diario Libre
