Somos Pueblo | Una vaguada combinada con una onda tropical provocó fuertes inundaciones en el Gran Santo Domingo y la región del Cibao, dejando centenares de viviendas anegadas, familias desplazadas y cuantiosos daños materiales. El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) mantiene nueve provincias en alerta amarilla y 14 en verde ante la persistencia de las lluvias.
En Santo Domingo Este, comunidades como Lotería de Savica y Juan Pablo Duarte denunciaron que las inundaciones se repiten desde hace más de una década sin soluciones definitivas. Comerciantes y residentes aseguran que las aguas afectan hogares, negocios y centros educativos, poniendo en riesgo la seguridad de más de cien familias. Las vías más afectadas fueron la avenida San Vicente de Paúl, la carretera Mella, la Charles de Gaulle y la autopista Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, donde decenas de conductores quedaron varados.
En Montecristi, el desbordamiento de la “Cañada del Diablo” inundó alrededor de 600 viviendas y dejó a más de 200 personas sin pertenencias. Los sectores más afectados fueron Pozo de Beber, Las Flores, Francisco Javier, El Albinar y Cristo Rey. El alcalde Rafael Jesús Jerez pidió una intervención urgente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) y del Gobierno Central, argumentando que las cañadas que confluyen en la zona representan un peligro constante para las comunidades.
Mientras tanto, el Plan Social y el Comité de Prevención, Mitigación y Respuesta distribuyeron alimentos y realizaron levantamientos de daños en las zonas afectadas. En el Cibao, las lluvias provocaron el colapso parcial del sistema de drenaje en Santiago, especialmente en el elevado de la entrada de la ciudad y avenidas principales como la 27 de Febrero y Juan Pablo Duarte. Las autoridades utilizaron maquinaria pesada para destapar desagües obstruidos, mientras la población reclama soluciones permanentes a un problema que, según los residentes, se repite “cada vez que llueve”.
