Somos Pueblo – Decenas de vendedores ambulantes se concentraron este miércoles frente a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en señal de protesta por los desalojos que, según denuncian, vienen enfrentando desde hace varios días por parte de las autoridades municipales. Con pancartas en mano, consignas y bloqueos intermitentes de las vías cercanas, los manifestantes reclaman respeto a su derecho al trabajo y una solución justa que les permita continuar con sus actividades económicas.
La manifestación se desarrolló en medio de una creciente tensión entre los comerciantes informales y la administración local, que ha intensificado los operativos para liberar las aceras y áreas adyacentes al campus universitario bajo la justificación de “recuperación de espacios públicos”. Los vendedores, sin embargo, aseguran que no han recibido propuestas viables de reubicación ni asistencia para continuar generando ingresos de forma digna.
“Nos están quitando el sustento sin darnos otra opción. Solo queremos trabajar en paz”, expresó Carmen Díaz, quien lleva más de diez años vendiendo jugos naturales en las inmediaciones de la universidad. Como ella, otros comerciantes afectados relataron haber sido desplazados de manera abrupta, sin previo aviso ni diálogo previo por parte de las autoridades.
Durante la jornada de protesta, fue cerrada temporalmente la estación del metro Amin Abel, ubicada frente a la UASD. La Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) informó que la medida se tomó por razones de seguridad y que el servicio sería restablecido a partir de las 5:00 p.m. del mismo día.
Los manifestantes denunciaron además la falta de sensibilidad de las autoridades ante la situación socioeconómica de los comerciantes ambulantes, muchos de los cuales dependen exclusivamente de sus ventas diarias para subsistir. “Aquí no hay delincuentes, hay padres y madres de familia que luchan cada día para poder alimentar a sus hijos”, afirmó Pablo Suárez, quien vende empanadas en la zona desde hace siete años.
La protesta se mantuvo pacífica, pero con momentos de tensión cuando agentes policiales intentaron impedir que los manifestantes ocuparan parcialmente la calle frente a la universidad. No se reportaron incidentes mayores ni personas detenidas durante el operativo.
Consultados sobre la situación, representantes del cabildo del Distrito Nacional indicaron que las acciones forman parte de un plan de ordenamiento territorial que incluye la recuperación de espacios públicos en zonas de alto flujo peatonal, como las inmediaciones de centros educativos. Sin embargo, no ofrecieron detalles sobre posibles planes de reubicación o compensación para los comerciantes afectados.
El conflicto evidencia una vez más el delicado equilibrio entre el orden urbano y el derecho al sustento de cientos de familias que encuentran en la economía informal su única fuente de ingresos. La falta de políticas públicas claras para integrar a estos trabajadores al tejido económico formal sigue siendo un desafío pendiente para las autoridades locales y nacionales.
Mientras tanto, los vendedores aseguran que continuarán manifestándose hasta obtener una respuesta concreta que garantice su derecho a trabajar en condiciones dignas. “No queremos pelear, queremos soluciones”, concluyó Carmen Díaz, mientras sostenía una pancarta con el mensaje: “Desalojarnos no es solución, el hambre no espera”.