¿VISA bajo fuego? EE.UU. presenta demanda antimonopolio contra la gigante de pagos
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ) ha presentado una demanda antimonopolio contra Visa Inc., acusándola de abusar de su posición dominante en el mercado de tarjetas de débito durante más de una década. Según la denuncia, Visa ha utilizado prácticas anticompetitivas para sofocar a sus competidores, elevar los costos a comerciantes y consumidores, e impedir la entrada de nuevas alternativas en el mercado.
La demanda, presentada en un tribunal federal en Nueva York, acusa a Visa de controlar más del 60% de las transacciones de débito en Estados Unidos, lo que le ha permitido recaudar más de $7 mil millones en tarifas de procesamiento al año.
El Fiscal General Merrick Garland destacó en una conferencia de prensa que estas prácticas afectan “no solo el precio de un producto, sino de casi todo lo que compramos”. La imposición de acuerdos de exclusividad por parte de Visa penaliza a los vendedores y bancos que desean procesar transacciones a través de otros sistemas, protegiendo a la empresa de la competencia.
Principales Acusaciones:
⦁ Monopolización del mercado de tarjetas de débito: Visa controla alrededor del 60% de todas las transacciones con tarjetas de débito en EE.UU., lo que le permite imponer tarifas más altas que en un mercado verdaderamente competitivo
⦁ Uso de contratos excluyentes con comerciantes: Los contratos de Visa exigen que la mayoría de las transacciones de débito se procesen a través de su red, limitando el acceso a redes de pago alternativas. Esto afecta especialmente a los pequeños negocios que no pueden acceder a tarifas más económicas.
⦁ Penalizaciones por “deslealtad”: Visa impone penalizaciones financieras a comerciantes que traten de usar otras redes de pago o proveedores, lo que hace prácticamente inviable la competencia para muchas empresas más pequeñas.
⦁ Acuerdos con fintechs: Visa ha firmado acuerdos con empresas fintech como PayPal y Square, para evitar que desarrollen tecnologías que compitan directamente con su red, bloqueando la innovación en el sector.
⦁ Inflación de tarifas de procesamiento: Según el DOJ, las prácticas de Visa han permitido que la compañía imponga tarifas que suman más de $7 mil millones anuales en costos de procesamiento, afectando tanto a los negocios como a los consumidores.
⦁ Impacto en los precios al consumidor: Las tarifas impuestas por Visa a los comerciantes se trasladan a los consumidores en forma de precios más altos o servicios de menor calidad. El DOJ destaca que esta conducta afecta «el precio de casi todo lo que compramos.
Un ejemplo de justicia que el mundo debería seguir
Este tipo de acciones por parte del gobierno de los Estados Unidos destaca su compromiso inquebrantable de proteger a sus ciudadanos y consumidores, sin importar el tamaño o el poder de la corporación que enfrente. Mientras que en muchos países este tipo de demandas sería prácticamente imposible debido a la influencia que las grandes empresas tienen sobre los políticos y otros sectores, Estados Unidos sigue marcando la pauta en la defensa de sus ciudadanos. Este caso sirve como un ejemplo para el resto del mundo, mostrando que las instituciones públicas deben priorizar a las personas y no caer en los juegos de poder y corrupción que a menudo protegen a las corporaciones en otras naciones.
Lamentablemente, en muchos países, un gigante como Visa tendría un control total sobre la política y otros sectores, lo que haría casi imposible cualquier intento de demandar a la compañía. Sin embargo, la firmeza de Estados Unidos en este tipo de acciones judiciales es una clara señal de que es posible anteponer los intereses del pueblo a los de las corporaciones. El mundo debe tomar nota de este ejemplo y entender que una democracia efectiva depende de la capacidad de sus instituciones para regular el poder de las grandes corporaciones.
