El gobierno de Nicolás Maduro ordenó a la República Dominicana retirar inmediatamente a su personal diplomático, ya reducido al mínimo y sin embajador desde hace años. Simultáneamente, Venezuela retirará a sus diplomáticos de Santo Domingo.
La medida también afecta a otros seis países latinoamericanos: Argentina, Chile, Panamá, Uruguay, Perú y Costa Rica, todos los cuales han solicitado transparencia en los resultados de las elecciones del domingo. La Unión Europea, Estados Unidos, España, Brasil y las Naciones Unidas también han expresado dudas sobre la limpieza de los comicios en Venezuela.
Tras la proclamación de Maduro como ganador por el Consejo Nacional Electoral, se desató una ola de protestas en varios puntos de Venezuela, algunas de las cuales fueron violentas, resultando en tres muertes y la destrucción de cuatro estatuas de Hugo Chávez.
La decisión de Maduro de romper relaciones con la República Dominicana tomó por sorpresa al presidente dominicano Luis Abinader, quien declaró a la prensa que, aunque la situación está en evolución, retirará a los diplomáticos dominicanos de Venezuela. Añadió que ningún dominicano ha solicitado asistencia para salir del país, pero se brindará si es necesario, y que están evaluando la posibilidad de imponer sanciones comerciales.
«No renunciaremos a nuestros principios de lucha por la democracia. Saldré del Palacio Nacional, pero seguiré siendo un guardián de la democracia», subrayó Abinader.
En un comunicado emitido anoche, el gobierno venezolano anunció la cancelación de las conexiones aéreas con la República Dominicana a partir de mañana, así como los vuelos entre Venezuela y Panamá.
Reunión de la OEA
A petición de 12 países de la región, incluida la República Dominicana, se celebrará mañana en Washington una reunión de emergencia de la Organización de Estados Americanos (OEA) para abordar la crisis en Venezuela.
El bloque del Caribe, con 15 votos en el organismo regional, aún no ha tomado una posición unificada sobre los acontecimientos.
Los países vecinos de Venezuela temen que la inestabilidad política provoque una ola de emigrantes que desestabilice la región. Ya hay ocho millones de venezolanos en el exterior, al menos dos millones de ellos en Colombia, cuyo canciller ha exigido transparencia en el conteo de los votos.
