La propuesta del gobierno dominicano de modernizar el sistema fiscal, que incluye la derogación de los incentivos fiscales de la Ley 108-10 para el Fomento de la Actividad Cinematográfica, ha suscitado una fuerte inquietud en la industria del cine. Los cineastas locales temen que, si esta medida se aprueba, se produzca un grave retroceso en el crecimiento alcanzado hasta ahora.
Los profesionales del cine advierten que la competitividad con otros países de la región se verá afectada, lo que podría resultar en la paralización de la inversión extranjera y un impacto negativo en la producción cinematográfica local, perjudicando a miles de trabajadores, estudiantes de cine y artistas del sector.
En respuesta a esta situación, la Asociación Dominicana de Profesionales de la Industria del Cine (Adocine), junto a otras organizaciones, ha comenzado a movilizarse para fomentar el diálogo y proponer alternativas que aseguren el futuro de la industria audiovisual en el país.
En este contexto, Francis Ford Coppola, el célebre director italo-americano y ganador de múltiples premios Oscar, se ha pronunciado sobre el tema. A través de un correo enviado a los investigadores Martha Checo y Félix Manuel Lora, Coppola destacó la importancia de la Ley de Fomento de la Actividad Cinematográfica para el talento local y la inversión extranjera, enfatizando que este tipo de legislación es fundamental para el desarrollo de las industrias cinematográficas en todo el mundo.
Coppola expresó su preocupación por la posible eliminación de los incentivos contenidos en los artículos 34 y 39 de la ley, señalando que su derogada tendría un impacto devastador en miles de trabajadores, estudiantes y artistas que han encontrado en el cine una plataforma para contar sus historias.
El director también recordó su experiencia al filmar «El Padrino II» en la República Dominicana en 1974, cuando aún no existían incentivos para la cinematografía local. Reflexionó sobre lo mucho que aprendió de la cultura y la gente del país durante su estancia.
Francis Ford Coppola es un referente icónico en el cine mundial, especialmente para los jóvenes cineastas de Latinoamérica y el Caribe, a quienes inspira con su trayectoria. Su legado no solo abarca su trabajo como director, sino también su valentía como productor e innovador en la industria, destacándose por su enfoque independiente y su capacidad para asumir riesgos creativos, convirtiéndose en un modelo para quienes buscan redefinir las narrativas y estilos culturales en el cine global.
