En la última visita «sorpresa» que hizo Danilo Medina a la Central Termoeléctrica Punta Catalina, para ver la fase de prueba en la que esta se encuentra, al uno de los ingenieros decirle que la candela que quema el carbón para generar energía estaba encendida aunque no se veía mucho humo, Medina le respondió: «Es que no es muy contaminante»
Con este comentario el presidente aparentemente vive en una realidad paralela, donde desconoce la contaminación irreversible que las plantas a carbón causan en el medio ambiente del país en el que se encuentran. Al parecer Medina tampoco sabe que las plantas a carbón están siendo reemplazadas mundialmente y en muchos países se han prohibido debido al nivel de contaminación que producen.
Encima del daño al medio ambiente que causa y causará Punta Catalina, esta es una obra acompañada de una nube negra de corrupción, el caso Odebrecht y el caso Tecnimont.
La Central Termoeléctrica Punta Catalina (CTPC) se construye con una inversión contractual de US$1,945 millones más el aporte de un fondo de contingencia de US$336 millones. La planta se construye mediante un contrato EPC (Ingeniería, Procura y Construcción) a cargo del Consorcio Odebrecht-Tecnimont-Estrella. Es una termoeléctrica de carbón mineral pulverizado dotada de dos generadores construidos por la empresa norteamericana General Electric con una capacidad de 376 megavatios brutos cada una.
