Nuestro patriotismo es un sofisma carente de originalidad, como podemos ser patriotas si no defendemos nuestra patria, como podemos llamarnos patriotas si ante tanto abuso, saqueo, destrucción y burla de la «conciencia» del pueblo dominicano no hacemos nada, somos una sociedad procrastinada, drogada por la propaganda del poder y amante del populismo político que nos dan de comer a diario.

La culpa de nuestros males no la tienen nuestros políticos o autoridades, la culpa de nuestros males la tenemos nosotros con nuestra indiferencia, nuestro pueblo clama por educación pero no nos educamos, solamente hay que hacer un sondeo nocturno, todos los lugares de diversión y entretenimiento están llenos, discotecas, bares, cines, restaurantes, entre otros. Sin embargo nuestras bibliotecas y librerías están vacías. como podemos llamarnos patriotas y exigir una sociedad pulcra si nosotros mismos no lo somos, como podemos llamarnos patriotas si no cuidamos nuestra patria, como podemos exigir educación si nosotros no la tenemos, como podemos pensar o soñar en una sociedad con un futuro prometedor si el futuro de nuestra patria se pasa la vida en un ocio eterno, como podemos soñar con una sociedad con un futuro prometedor si el futuro de nuestra patria se pasa 4 de 7 días a la semana bebiendo, fumando y bailando, como podemos esperar un futuro prometedor si nosotros no nos preocupamos y mucho menos nos interesan los males de nuestra sociedad, como podemos esperar un futuro prometedor si nuestra juventud no ve las noticias. Tenemos un grado de locura social en la cual pensamos cosechar algo sin sembrar nada.

Pero más culpable aún son los predecesores de la juventud actual que podríamos llamar los adultos que ven como el futuro de sus hijos se les va de las manos y no hacen nada, que ven como el poder destruye todo a su paso y no hacen nada.

Que fácil es quejarse y criticar nuestro país cuando no hemos hecho nada por él, que fácil es criticar y tachar los partidos políticos cuando no pertenecemos a uno. Es enfermizo sentarse a escuchar teóricos de la sociedad expertos en geopolítica hablar de los males que le aquejan a nuestro país cuando ellos no han hecho nada para mejorarlo, nuestra sociedad está cansada de la gente vaga que no quiere educarse, está cansada de escuchar los teóricos que no hacen nada, está cansada de los procrastinados, está cansada de los brazos cruzados, está cansada del sálvese quien pueda, está cansada de los bebedores pasivos, está cansada del bailarín nocturno, está cansada del que piensa que el mundo es hoy y no hay un mañana, está cansada de nuestra patria ultrajada y abusada, está cansada de los quejumbrosos, está cansada de los observadores, está cansada de los habladores, está cansada de los fumadores, está cansada de los hipocondríacos, está cansada del encerrado hogareño que solo pide que lo dejen en paz con su televisión y aire acondicionado, está cansada de los que cambiaron las noticias por las series extranjeras llenas de ficción, está cansada del que compra un litro de alcohol y no 3 libros, está cansada del que no quiere trabajar, está cansada del que solo espera el fin de semana, está cansada del que no quiere levantarse, está cansada del que no quiere superarse, está cansada del que solo piensa en fiesta, está cansada del que espera mucho y da poco. El problema de nuestro país no son los políticos, somos nosotros.

Este es mi manifiesto y hago un llamado a toda la sociedad a levantarse y apagar la televisión, a leer un libro, a sembrar un árbol, a mirar las noticias, a preocuparse por el indigente, a ocuparse y dejar de preocuparse y quejarse, a dejar de ser parte del montón, a ser inteligente para no ser tan manipulado, a dejar de escuchar música basura, a dejar de aplaudir lo que está mal, a dejar de ser indiferente, a unirse a las filas de un partido político, a ser un ente de cambio porque como dijo Juan Pablo Duarte «La política no es una especulación; es la ciencia más pura y la más digna, después de la Filosofía, de ocupar las inteligencias nobles».

Y por sobre todo hago un llamado a que dejemos de ser estúpidos mirando todo lo que sucede sin observar nada, porque nuestro país jamás avanzará si nosotros no avanzamos, luchemos por una patria digna.

Duarte, Sanchez y Mella murieron por su patria, tu patria, nuestra patria. Murieron y no volverán, solamente dejaron el deseo ardiente de ser libres de toda opresión nacional y extranjera, ellos lucharon un 27 de febrero de 1844 por abolir la opresión extranjera y nosotros lucharemos un siglo 21 contra la opresión nacional de nuestros propios compatriotas.

«Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria». Juan Pablo Duarte