El viernes 5 de abril, días antes de que el Tribunal Superior Electoral diera a conocer la sentencia que declara nula, al considerarla ilegal, la XXXlV Convención Nacional Extraordinaria del Partido Revolucionario Dominicano, al presidente de esa alta corte, doctor Román Jáquez, le habría sido retirada la escolta, tanto la del Tribunal como la personal, por orden el ministro de Defensa, teniente general Rubén Paulino Sem, para tratar de intimidarlo y presionarlo con el fin de que se abstuviera de dar a conocer el fallo.
Después trataron de justificar la acción diciendo que se trató de un cambio rutinario.
El TSE argumenta, en su fallo, la ilegalidad de la Asamblea en la que fue aprobada la reforma estatutaria y, por consiguiente, la escogencia de Miguel Vargas Maldonado como presidente del PRD, así como la ratificación de sus autoridades, debido a que no hubo el quorum reglamentario.
