La noche del sábado se tiñó de luto con el fallecimiento de Ángel Enrique Ubiera Mota, a la edad de 72 años. Ubiera Mota, quien padecía de problemas de salud, era un testigo clave en el caso de corrupción conocido como Calamar. Su muerte ocurrió mientras recibía cuidados médicos en un centro hospitalario de La Romana, según confirmó su abogado José Javier Bidó.
Ángel Enrique Ubiera Mota no era solo un testigo en el caso; también era heredero de Jorge Mota y dueño de una parcela que, según las autoridades, fue expropiada de manera ilegítima por una organización corrupta que operaba dentro del Ministerio de Hacienda. Entre los acusados por estos actos ilícitos se encuentra Donald Guerrero, quien dirigía la cartera en aquel entonces.
El fallecimiento de Ubiera Mota representa un giro inesperado en el desarrollo del caso Calamar. Su testimonio era parte fundamental de la acusación contra la red de corrupción. El abogado Bidó indicó que el deceso se produjo alrededor de las 11:30 p.m. del sábado, dejando un vacío en el proceso judicial que aún busca justicia por los actos indebidos cometidos.