Reportaje PlayGround: Peor sequía en 30 años en República Dominicana. Las autoridades no hacen su trabajo, senadores tienen aserraderos en Parques Nacionales, políticos y empresarios exportan carbón, la deforestación aumenta, el Ministerio Medio Ambiente emite permisos para depredar…
Los ministros del gobierno dominicano se reunieron el viernes 15 de marzo en Santo Domingo, para coordinar estrategias para enfrentar la severa sequía que afecta al país.
Durante una conferencia de prensa en el Palacio Nacional los ministros aseguraron que el agua potable “está garantizada”, pero anunciaron que los agricultores no podrán plantar nuevos cultivos hasta que se recuperen las reservas de agua.
Según las autoridades el país sólo tiene unos 570 millones de metros cúbicos de agua en sus embalses.
El director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Olgo Fernández, informó que de las 34 presas nacionales solo dos están operando de manera regular debido a que sigue agudizando la sequía en la línea noroeste.
Sin embargo, enfatizó que hay suficiente agua potable para la población.
De acuerdo con lo que se dio a conocer durante una reunión realizada el pasado vienes entre el presidente Danilo Medina y los responsables de las instituciones relacionadas con los recursos hídricos y de meteorología: “Habrá agua disponible para la población tanto para acueductos como los canales de riego; pero es importante que los ciudadanos tomen conocimiento que durante los meses de marzo y abril, la sequía se va a acentuar; por lo que deben hacer un uso racional del líquido”.
La situación se mantendrá por 60 días como consecuencia del fenómeno natural del Niño que afecta a la región.
Según la oficina nacional de meteorología las precipitaciones son 52 por ciento menores este año que en los últimos 30 años.
Mientras tanto los agricultores del país están luchando por mantenerse a flote.
Aunque el gobierno intentó enviar un mensaje de calma a la nación diciendo que el agua para el consumo humano está garantizada, el escenario luce incierto para los agricultores.
En la provincia de Santiago Rodríguez, en la región noroccidental del país, el ganado está muriendo sin agua disponible para poder darle.
El gobierno pronosticó que las condiciones de sequía se verán afectadas hasta mayo pero algunos agricultores no saben si podrán aguantar hasta entonces.
Carlos Marino Almonte, presidente de la asociación local de ganaderos, le dijo a Reuters que no ha visto llover en ocho meses.
La semana pasada el gobierno reveló que en la zona noroeste del país, que junto a la suroeste son las más afectadas por la sequía, murieron 1090 cabezas de ganado.
Sin embargo, las asociaciones de ganaderos aseguran que son más de 7.000 las cabezas de ganado que murieron.
El Gobierno prometió compensar a través de un fondo millonario que también utilizará para auxiliar a los agricultores de esas regiones, afirmó asesor científico del Poder Ejecutivo, Osiris de León.
Santo Domingo lanzó un paquete de asistencia financiera para el sector agrícola en las regiones devastadas por la sequía que permitirá a los agricultores recibir alguna compensación por la pérdida de ganado y de los productos.
Además, según informó el gobierno, se están instalando bombas con capacidad de 12 pulgadas de bombeo de agua en diferentes comunidades y se están distribuyendo alimentos, entre otras medidas.
Asimismo, se tomó la medida de distribuir de manera masiva agua para el consumo humano y del ganado en el Noroeste y La Sierra, las zonas más afectadas.
¿Problema estructural o coyuntural?
Mientras, el catedrático universitario y uno de los más activos ambientalistas locales Luis Carvajal consideró que el gran problema de la República Dominicana no es la sequía en sí, sino la “vulnerabilidad” de las estructuras medioambientales que, aseguró, son violentadas por las propias autoridades.
A su juicio, uno de los mayores problemas en el sector lo constituye la destrucción de vegetación de alta montaña que se produce con la indiferencia y, en ocasiones, con la propia complicidad del Gobierno.
“Aquí el Ministerio de Medio Ambiente permite la extracción irregular de materiales, se permite el desmonte de árboles en lugares protegidos por la ley (…) si cuando llueve nuestros bosques no pueden retener el agua, no podemos resguardar los acuíferos y ahí está parte del problema”, dijo Carvajal a Efe.
También se quejó de la explotación minera existente en el país y de la que se tiene previsto expandir.
Carvajal opina que los planes de contingencia anunciados por el Gobierno no corresponden a una política de ordenamiento territorial efectiva, y denunció que en lugares protegidos como Bahoruco (suroeste) “un grupito” tiene “secuestrada” el agua que debe llegar a miles de familias de la región.
“Si no frenamos la extracción de agregados, si no se regula la demanda de agua, si se continúa permitiendo la formación de pozos subterráneos de forma indiscriminada, que causan la salinización del agua, no tendremos manera de combatir procesos como la sequía”, agregó el especialista.
Aseguró, además, que las autoridades han dispuesto planes de reforestación pero sin tomar en cuenta cómo hacerlo correctamente, además de que el Ministerio de Medio Ambiente otorga permisos para el cultivo en zonas protegidas.
“Hemos visto a las autoridades de Medio Ambiente justificando la siembra de productos en las propias montañas, bajo el argumento de que no se puede destruir comida, eso no es posible”, se quejó Carvajal.
Dijo que más que construir presas lo que hay que hacer es garantizar que los ecosistemas no pierdan la capacidad de captar agua.
Hace cuatro años el país enfrentó una sequía similar que causó pérdidas millonarias en la ganadería y la agricultura.
(Con información de Reuters y EFE)
