Rubén Mejía, conocido como «Barba Roja», emitió este lunes una serie de declaraciones en respuesta a las acusaciones realizadas por Amado De La Cruz, alias «Papichulo», en relación con la muerte del joven Héctor en La Cabirma, municipio de Miches.
Mejía negó rotundamente ser el autor del asesinato de Héctor y pidió la intervención de Ramón Tolentino para esclarecer el caso. Según su versión de los hechos, aunque estaba armado debido a un tiroteo, se encontraba a 100 metros del lugar del incidente. “Yo no cometí ese asesinato. Sí tuve una pistola en la mano ese día porque había un tiroteo, pero yo estaba a 100 metros de donde ocurrió el problema”, afirmó Mejía.
Además, reveló detalles sobre una disputa por el control de un punto de venta de drogas que, según él, genera entre 250,000 y 300,000 pesos diarios. Mejía sugirió que sus rivales han inventado acusaciones para desplazarlo y tomar el control del lucrativo negocio. “Cuando alguien tiene intereses y otro grupo tiene el mismo interés, se inventan muchas cosas. Yo estaba en el momento no indicado en el lugar no adecuado. Ese es mi único problema. Ahora, confío en usted y le pido ayuda para aclarar esto”, declaró, solicitando la ayuda de Ramón Tolentino.
Mejía también acusó a Evo Amador, alias «Papichulo», y Omar Lamoña de conspirar para sacarlo de circulación y asumir el control del punto de drogas en cuestión.
La solicitud de intervención de Tolentino y las acusaciones de Mejía añaden complejidad a un caso ya tenso, que involucra disputas de poder y violencia en la región.
