El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado cargos contra cuatro asistentes de vuelo por su presunta participación en el contrabando de ocho millones de dólares en efectivo, provenientes del narcotráfico, en vuelos comerciales desde Estados Unidos hacia la República Dominicana.
Identificados como Charlie Hernández, Sarah Valerio Pulojs, Emmanuel Torres y Jarol Fabio, los acusados enfrentan cargos por operar un negocio de transmisión de dinero sin licencia, lo que podría resultar en una sentencia máxima de cinco años de prisión, y por violar los requisitos de seguridad al ingresar a aeropuertos o áreas de aeronaves, con una sentencia potencial de hasta 10 años tras las rejas.
El fiscal federal Damian Williams declaró: «Según las acusaciones, estos asistentes de vuelo han estado contrabandeando millones de dólares en dinero ilícito, pensando que provenía del narcotráfico, desde Estados Unidos hacia la República Dominicana, abusando de sus privilegios como empleados de aerolíneas. Las acusaciones de hoy deberían recordar a aquellos que colaboran con narcotraficantes en el movimiento de fondos ilícitos que el crimen no compensa».
Además, Pujols y Hernández enfrentan cargos de conspiración para operar un negocio de transmisión de dinero sin licencia, que podría conllevar una sentencia máxima de cinco años de prisión. Pujols también enfrenta un cargo adicional por contrabando de dinero en efectivo a granel, con una posible sentencia máxima de cinco años tras las rejas.
El agente especial a cargo de HSI, Ivan J. Arvelo, afirmó que «los acusados, con pleno conocimiento, estaban involucrados en el contrabando de grandes sumas de dinero ilícito relacionado con la venta de narcóticos, incluido el fentanilo. Aprovecharon los puntos de control de seguridad del aeropuerto utilizando sus posiciones de confianza como asistentes de vuelo». Arvelo señaló que esta investigación ha expuesto debilidades críticas en la seguridad de la industria aérea, destacando los métodos utilizados por los traficantes de drogas.
El anuncio de hoy, según Arvelo, debe servir como advertencia a todo el personal de aerolíneas: «HSI New York no tolerará intentos de empleados de abusar de su posición para transportar mercancías ilícitas. Felicito al Grupo de Investigaciones de Empresas Criminales Transnacionales del Grupo de Trabajo El Dorado y a nuestros colaboradores en los sectores público y privado por reconocer la gravedad de este problema».
Según el informe, los asistentes de vuelo implicados trabajaban para distintas aerolíneas internacionales que cubrían rutas entre la ciudad de Nueva York y la República Dominicana. Todos los acusados poseían el estatus de «Tripulante Conocido» («KCM») ante la Administración de Seguridad del Transporte, lo que les otorgaba acceso a un carril de seguridad especial en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy y otros aeropuertos, con menos control que el de los pasajeros convencionales.
